Dos meses son los que se cumplen desde que Iker Casillas y Sara Carbonero se vieron obligados a romper la norma no escrita de no hablar sobre su intimidad. Lo hicieron para hacer oficial su separación tras diez años de relación y dos hijos en común. En un comunicado conjunto, la ahora expareja planteó el suyo como un divorcio “muy meditado” y “de mutuo acuerdo”. Aseguraron que mantendrían “el afecto y la amistad” que siempre les ha unido por el bien de Lucas y Martín. Y pidieron “respeto” a los medios del corazón para afrontar desde la calma este momento de cambio. Pero este estado de tranquilidad vital que solicitaban a la prensa no lo han alcanzado. Más bien todo lo contrario.
Desde que se hizo oficial su ruptura, no hay día en que uno de los dos pise la calle sin la compañía de periodistas. Primero fueron sus primeras declaraciones tras el fin de su historia de amor. Luego fue la aparición de terceras personas que aseguraban haber tenido algún tipo de relación con el futbolista durante su matrimonio. De ahí se derivó en una supuesta tensión entre ambos, a lo que se sumaron unos presuntos problemas de salud del que fue capitán del Real Madrid.
Ahora, gracias a un segundo comunicado emitido de urgencia por parte de Iker. Fake news que, con el apoyo de su abogado, ha querido desmentir una a una para terminar con lo que considera "un acoso permanente" que está causando "un daño irreparable" en la familia que formó en su día con Sara.
Lo primero que ha querido volver a recalcar es que su divorcio se produjo de una forma "amistosa". Ya lo dijeron en su día, pero después de que se hable de una supuesta mala relación entre ambos se ha visto obligado a repetirlo. "Pedimos respeto para ella, para mis hijos y para mí. Lamentablemente no se está produciendo", ha denunciado con indignación. Una postura que lleva haciendo palpable en los últimos encuentros con la prensa, donde se ha mostrado muy enfadado por la presión mediática, advirtiendo de que tendría que tomar acciones legales para zanjarlo.
A lo largo de estas últimas semanas, son varios los testimonios que han aparecido en televisión asegurando que han tenido una supuesta 'buena amistad' con Iker Casillas. Esta presencia continua de mujeres que aseguran ser "terceras personas" ha provocado que el portero esté "cansado" y que opte por pedir a sus abogados que "inicien las correspondientes demandas dirigidas a quienes están difundiendo informaciones totalmente falsas y que deberán demostrar en los Tribunales de Justicia".
Por último, separándolo de estas falsas aseveraciones sobre su vida personal, el exmarido Sara Carbonero ha entrado a explicar su actual problema de salud. Lo ha hecho respondiendo a esos medios de comunicación que hace unos días aseguraron que había sufrido "un fuerte dolor en el corazón" mientras jugaba un partido de pádel que le obligó a pasar por el hospital.
La versión de Iker es tajantemente opuesta: "Diversas revistas han difundido noticias de mi estado de salud, haciendo entrever que había sufrido una recaída sobre la enfermedad que superé cuando se trató de un simple ataque de alergia". Con estos puntos aclarados, su petición ha sido la misma que manifestó hace dos meses. Que se le respete desde la prensa rosa, un territorio en el que, parafraseando el final de su comunicado, "nunca he participado ni personalmente ni profesionalmente".