"La Fiscalía de Palermo no tiene dudas: Mario Biondo (...) se suicidó". Así de rotunda ha sido la criminóloga Roberta Bruzzone a través de su perfil profesional de Facebook, donde ha apuntado la conclusión a la que podrían haber llegado las autoridades en Italia después de que, a raíz de la aceptación de la objeción de la familia el pasado mes de noviembre, se pusiesen en marcha nuevas investigaciones con el fin de desentrañar qué sucedió exactamente aquella madrugada del 29 al 30 de mayo de 2013 en la que murió el marido de Raquel Sánchez Silva.
Esta psicóloga forense, muy reconocida en el país natal del cámara, ha estado implicada directamente en el caso tras ser contratada por Santina y Pippo Biondo para demostrar su teoría de que su hijo fue asesinado y que su fallecimiento no fue fruto de un suicidio, como concluyó la justicia española, ni de un accidente, como manifestó su viuda en los días posteriores a este trágico suceso. Sus conclusiones actuales distan mucho de lo planteado por la familia.
A pesar de sus esfuerzos invertidos en abrir una nueva vía en el caso, Bruzzone ha reculado en su discurso público desmontando punto por punto la teoría de la familia y avanzando que "probablemente" la Fiscalía terminará cerrando definitivamente una investigación que lleva abierta ocho años.
Tal y como ha explicado en su red social, tanto las investigaciones en profundidad llevadas a cabo por su oficina y por la propia justicia italiana como la reconstrucción físico-mecánica de esa noche "no han aportado ningún elemento nuevo capaz de superar la hipótesis original de suicidio ya formulada por la autoridad judicial española".
Y va más allá: "No es posible probar la presencia de otras personas dentro de la casa en el intervalo de tiempo en el que Mario Biondo se colgó de la librería". La Fiscalía "no parece haber encontrado ninguna prueba" de que una tercera persona hubiese utilizado su tarjeta de crédito, como sostiene la familia, en una discoteca de Madrid cercana a su domicilio entre las 2:08 y las 2:53 horas.
"En mi opinión, no fue posible encontrar ninguna prueba por la sencilla e insuperable razón de que tales pruebas no existen ni han existido nunca", ha aportado a nivel personal. Tampoco del hecho de que dos dispositivos se hubiesen conectado automáticamente a la red wifi de la casa que Mario compartía con Raquel Sánchez Silva, como se había llegado a comentar.
A pesar de que a lo largo de los últimos meses se ha informado sobre un dispositivo que se habría conectado a la red desde el piso esa noche y de un segundo smartphone que rondaría las inmediaciones de la casa, llegando a filtrarse que estarían identificados ambos implicados, Roberta Bruzzone insiste y, apelando a "todas las investigaciones técnicas indispensables", "no han sido confirmados" estos datos.
Pero si hay tres claves que hacen "insuperable" esta tesis que ahora defiende tienen que ver con la posición en la que se encontró el cuerpo sin vida de Mario Biondo, esa a la que la familia del cámara ha recurrido para reivindicar su postura. "Los expertos forenses han descubierto que el surco producido por la pashmina es fundamental", ha desvelado, asegurando que "no puede ser un caso de suspensión de un cadáver" y que, por tanto, "Mario no fue colgado de la librería cuando estaba muerto".
Además, contradiciendo la versión de Santina, que llegó a representar ese posible suicidio para desmontar esta teoría, la criminóloga ha mantenido que "la reconstrucción demostró que la estatura y el cuerpo de Mario no eran incompatibles con la altura a la que estaba sujeta la pashmina, por lo que técnicamente estaba a su alcance colgarla allí sin especial dificultad" y que esa librería estaba "firmemente clavada en la pared", lo que explicaría que no se hubiese caído durante las convulsiones provocadas por el suicidio.
Para Roberta, "por mucho que se insista en ofrecer reconstrucciones alternativas bastante fantasiosas, estos son hechos y siguen siendo insuperables". A pesar de que en su día trató de ayudar a la familia Biondo a encontrar nuevas respuestas, su conclusión es que "Mario estaba solo y se colgó de la estantería con la pashmina", algo en lo que la Fiscalía estaría de acuerdo y que, según ha podido saber, motivaría su "decisión de proceder sin más demora a la solicitud de cierre de la investigación". "No creo que haya nada más que investigar. En mi opinión, el caso está cerrado y debe cerrarse", ha planteado Bruzzone.