Han pasado siete años de la muerte de Mario Biondo, marido por aquel entonces de Raquel Sánchez Silva. A pesar de las autopsias que determinaban que fue un suicidio, los padres del cámara mantienen a día de hoy que su hijo murió en extrañas circunstancias y apuntan a un homicidio. Tras no quedar conformes con la investigación que se realizó en España, el matrimonio continúa con su lucha en Italia, su país de origen. “No nos vamos a rendir”, afirman rotundos a la espera de encontrar la que esperan sea la verdad de este caso.
A principios del mes de noviembre, Raquel Sánchez Silva presentaba una demanda a través de su abogado contra la familia de Mario Biondo por “delito de amenazas, odio, calumnias e injurias”. La presentadora argumentaba que está viviendo una “auténtica campaña de acoso” por parte del matrimonio y adjuntaba una serie de publicaciones de redes sociales que se han hecho a lo largo de estos siete años y que considera “ofensivas y dirigidas a acosarla y presionarla”.
Días después de hacerse público este requerimiento, el matrimonio Biondo no ha dudado en responder públicamente. “No tenemos miedo a Raquel ni a sus demandas, nosotros vamos con la verdad por delante”, han declarado los padres del fotógrafo que, según publica Informalia, aún no han recibido la notificación de este procedimiento judicial. El matrimonio asegura también que no pararán “hasta demostrar que nuestro hijo no se suicidó, sino que fue asesinado”.
Santina, la madre de Mario, ha manifestado al medio citado anteriormente que la presentadora “no amaba” a su hijo: “cuando Mario murió fue diciendo que era una mala persona, mientras que meses antes afirmaba todo lo contrario”. El medio apunta también a que un juez de Palermo ha decidido ampliar seis meses el plazo de investigación tras encontrar, en el informe que les facilitó Óscar Tarruela, criminalista español, “indicios de que puedan existir ciertas irregularidades en el proceso y el dictamen de los forenses”.
Aunque no se conoce aún cuál será el final de esta historia, si el juez decidiese mantener el plazo y lanzar una nueva orden de forma internacional, la presentadora debería volver a sentarse frente a la familia del que fue su marido en un nuevo juicio que tendría lugar siete años después de la muerte del fotógrafo.