Desde que 'Las mujeres nos movemos' llegó al Instagram de Divinity de la mano de Mónica Martínez hemos ido conociendo historias de superación, entrevistas con pioneras que nos han enseñado a encontrar el sentido de la vida a través de los hábitos saludables. Y si hay alguien que reúne todas estas características, esa es Irene Villa, una mujer que supo encontrar en la tragedia una oportunidad para superar barreras.
Es consciente de que, desde aquel trance que marcó su infancia, se ha convertido en un ejemplo para muchos a los que en algún momento les ha tentado eso de tirar la toalla. Y no hace falta irnos muy atrás. Este fatídico 2020 nos ha puesto al límite a todos, también a ella, que asume que a veces le cuesta dar con esa actitud vital tan necesaria para superar adversidades. Pero la experiencia le ha demostrado que ahí está el reto, en "sacar toda la artillería que tenemos en nuestra mano para superarlo".
"Tu disciplina te la tienes que buscar tú", ha manifestado, asegurando que el hecho de llevar el título de 'ejemplo de superación' a sus espaldas le ha empujado a "no fallar" nunca. O al menos intentarlo. "Me cuesta mucho encontrar el equilibrio, me gusta hacerlo todo ya, soy demasiado impaciente. Tengo un amigo que me dice: 'Menos mal que no tienes piernas, porque si no no sé cuánto te moverías", ha contado con mucho sentido del humor.
Hace un tiempo descubrió su vocación en las charlas motivacionales. Pero lo que jamás esperó es que, con el día a día, lograría que sus tres "fierecillas", fruto de sus siete años de matrimonio con el argentino Juan Pablo Lauro, aprendiesen tantísimo de inteligencia emocional. "Es alucinante cómo se empapan los niños de mi energía, del saber que se puede. Imagínate cómo es que sean ellos los que terminen motivándome a mí", ha declarado Irene Villa con emoción.