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El pasado mes de febrero, Joaquín Cortes y su pareja, Mónica Moreno, daban la bienvenida a su segundo hijo, un niño llamado Andrea. El bailaor, muy emocionado con repetir en la paternidad, reiteraba públicamente que este “bebé es la alegría de nuestras vidas junto a su hermanito”, Romeo, que llegó a la casa de la pareja dos años y medio antes. Un nacimiento que trajo a la familia una felicidad que ahora se ha visto emborronada por la dura realidad a la que se enfrentan desde el pasado jueves, cuando el recién nacido empezó a dar síntomas de un virus que acabaría por ingresarle en el hospital.
Después de colgar varias imágenes y grabaciones del pequeño descansando en una camilla, el coreógrafo explicaba que su retoño se había contagiado del virus respiratorio sincitial (VRS), una enfermedad que, en sus propias palabras, es mucho más "agresiva y peligrosas en bebés" que el coronavirus. Su pesadilla empezó el jueves pasado, cuando Andrea empezó a moquear. Los padres no quisieron darle una importancia excesiva “porque no tenía más síntomas”, y le trataron con “lavados y nebulizador”. Sin embargo, los dos próximos días “estuvo durmiendo muchísimas horas, como si estuviera muy cansado”, y eso les empezó a mosquear.
Finalmente, el domingo, después de que el niño no evolucionara favorablemente y presentara más síntomas (“no quería comer, respiraba rápido y se puso muy pálido"), decidieron ir con él al médico, donde “llegó con saturación 89” y una bronquiolitis derivada de este virus. “Ahora mismo está respirando gracias a uno de esos aparatos que tanto faltaron durante la epidemia. Y que tanta gente se fue… es increíble… y ahora está ayudando a respirar a nuestro hijo”, narraba un preocupado Joaquín, que aprovechaba esta narración en redes para alabar el papel de su chica como mamá, definiéndola como “la otra luchadora”.
El pasado mes de mayo, un mes y medio después de la nueva llegada de la cigüeña, Cortés escribía una emotiva carta dirigida a su “leoncito” para agradecerle que fuese “un bebe 10” pese a tener que aguantar “situaciones que nunca fuimos capaces de hacer con tu hermano”. El bailaor observa en el “una fuerte personalidad”, un poder de adaptación y un comportamiento ejemplar que ha sorprendido a todos los que le rodean. “Lo mejor es despertarme a la hora que sea a tu lado y que, nada más oír mi voz diciéndote: ‘pero, ¿por qué me despiertas tan pronto, gordo?, siempre me respondas con una enorme sonrisa”, se le caía la baba al orgulloso papá. ¡Esperamos que tenga una pronta recuperación”