El próximo 2 de octubre se cumplirán tres años desde que Laura Escanes y Risto Mejide se convirtieron en padres de Roma, su primera hija en común. A lo largo de este tiempo, los seguidores de la influencer le han consultado en más de una ocasión si tiene en mente darle un hermanito o hermanita a la pequeña, algo a lo que ha replicado de forma distinta según la época de su vida. En este contexto, la catalana ha respondido una vez más a la pregunta del millón: ¿cuándo tendrá otro niño el matrimonio?
“Me voy a poner un poco intensita para contestar a esta pregunta. Tengo muchas preguntas sobre esto cada vez que hago un preguntas y respuestas. Creo que no somos conscientes del daño que puede hacer preguntar esto. En mi caso no me duele, pero ¿y si estuviera intentándolo y no pudiera? ¿Y si hubiera tenido un aborto? No sabemos la historia de los demás y es una pregunta superíntima”, exponía las razones por las que no entiende que se haga este tipo de cuestiones tan a la ligera.
“Igual que cuando vemos a una pareja y ya preguntamos que cuándo van a ir a por los hijos. Pues oye, tal vez no quieren y lo único que hacemos cuando preguntamos eso es meter una presión innecesaria”, hacía entrar en razón a los que consumen su contenido habitualmente.
“Dicho esto: no está en mis planes ahora mismo, la verdad. No sé lo que va a pasar en un futuro, pero por ahora quiero y me apetece disfrutar de Roma y disfrutar de MÍ. Profesionalmente me apasionan todos los proyectos que tengo por delante y no está en mi mente tener otro hijo. Soy muy feliz con Romita”, han tomado la decisión de no ampliar la familia en un futuro próximo.
Hace justo un mes, Laura se indignaba tras recibir decenas de mensajes de seguidores que le daban la enhorabuena por una fotografía en la que salía con un crop top y unas mallas que dejaban su vientre al descubierto. Y como su tripa estaba más ‘hinchada’ de la cuenta, tal y como ha aceptado ella misma, esto daba carta blanca para que los rumores sobre la posible llegada de la cigüeña corrieran como la pólvora.
Con un "no, no estoy embarazada" en mayúsculas, Escanes no solo lo negaba, también ponía sobre la mesa el escrutinio al que se someten la personas que se dedican a las redes sociales cada vez que su físico, siempre juzgado, se sale de lo normativo. "Sé que no lo hacéis con mala intención y no me lo tomo a mal", les hacía saber, asumiendo que ya está "acostumbrada" a leer este tipo de comentarios. No obstante, el hecho de que dé tanto de que hablar mostrar "una barriga normal en un día normal con más o menos hinchazón" le causa cierta resignación.