Leo Messi y Alexis Putellas fueron los grandes protagonistas de la gala del Balón de Oro celebrada ayer en París. El argentino y la española se alzaban con el premio en categoría masculina y femenina respectivamente. El astro del futbol acudía al Théatre du Chatelet de París arropado por su familia. Antonolla Roccuzzo lucía un impecable y elegante vestido dorado y una americana bastante discreta para combatir las bajas temperaturas. Mientras que los ‘miniyo’ del delantero del PSG, Thiago, Mateo y Ciro, captaban la atención de los medios que cubrían el evento puesto que llevaban puesta la misma reluciente americana negra y pajarita que vestía su padre.
Al igual que Cristina Pedroche el día de Nochevieja, se ha convertido en una pequeña tradición ver los outfits de Messi en este evento. El deportista, que suele apostar por Dolce & Gabanna, le gusta ser poco convencional en la elección de sus trajes. Leo ha vestido chaqueta de topos, terciopelo marrón e incluso un llamativo y comentado tono rojizo. Por ello se espera con expectación el modelo que elige para una gala en la que su nombre siempre tiene muchas papeletas para ser pronunciado como ganador de este prestigioso galardón, tal y como sucedió anoche.
Su palmarés lo avala, Leo es el mejor jugador del planeta. En estos últimos meses, el deportista ha estado en boca de todos tras abandonar el equipo en el que ha estado jugando los últimos 15 años e instalarse en París para comenzar una nueva etapa junto a su familia, que siempre ha estado apoyándole en cada una de sus decisiones.
Antonella y Messi iniciaron su historia de amor en 2007, aunque ambos se conocían desde muy pequeños. Eran parte de la misma pandilla de amigos en Rosario, ciudad argentina donde crecieron, y el primo de ella era compañero de Leo en su equipo de futbol. Una relación que puso su broche de oro con la celebración de su boda el 30 de junio de 2017 en la ciudad donde nacieron.
Cinco años antes, el 2 de noviembre, se habían estrenado en la paternidad con Thiago. La buena nueva se confirmaba en un partido de Argentina ante Ecuador. Messi metía gol y lo celebraba metiéndose el balón debajo de su camiseta. Un simbólico gesto que despejó todo tipo de especulaciones y que sirvió como confirmación. Tres años más tarde, el 11 de septiembre 2015, ampliaban la familia con Mateo. Y, por último, Ciro, el pequeño, completaba la familia en marzo de 2018.