Han pasado nueve meses desde que María Castro sintiera de nuevo “la magia de la vida”. La actriz y José Manuel Villalba, su marido, ampliaban la familia con el nacimiento de su segunda hija. Desde que llegara a la familia, la intérprete comparte prácticamente a diario, al igual que hizo con su primogénita, algunas de sus vivencias con la maternidad y visibiliza las luces y las sombras de lo que significa ser madre de dos niñas: Maia, que tiene cuatro años y Olivia, nacida el pasado mes de octubre. Muy activa en sus redes sociales, también promociona sus proyectos y expone sus pensamientos, sus aventuras y sus percances. La última de estas anécdotas ha tratado sobre el angustioso episodio que ha vivido mientras dormía.
“Estoy aquí para contaros una cosa que me ha pasado y me ha asustado bastante”, iniciaba su relato María mirando a cámara. Según su testimonio, la noche de los hechos se acostó muy tarde por compromisos laborales y había acabado el día agotada. Una de sus hijas la despertó al poco tiempo de irse a dormir para que le diera pecho, y ahí ya se empezó a encontrar un poco mal, pero continuó durmiendo. “Entré en un estado de sueño superraro, donde me encuentro como una especie de angustia en la boca del estómago, como si los nervios fueran subiéndome hacia arriba. Yo intentaba relajarme y no podía, intenté avisar a mi marido y tampoco podía”, intentaba describir su agobio.
La viguesa confesaba que, aunque no es nada “esotérica”, tenía la sensación como “si estuviera viéndome desde fuera de mi cuerpo y no me pudiera mover”. Un desagradable episodio por el que a la mañana siguiente decidió acudir a su centro médico, donde le explicaron que probablemente había sufrido un episodio de parálisis del sueño, una afección que afecta a las personas por no dormir lo suficiente, no seguir un horario fijo para irse a dormir, por antecedentes familiares o incluso al dormir boca arriba, entre otras causas.
Nando Escribano o Paula Gonu también han descrito su experiencia con este trastorno del sueño al igual que María Castro. La influencer contaba el año pasado que lo padece con asiduidad y que lo pasa realmente mal cuando duerme acompañada, ya que quiere pedir ayuda y no puede hacerlo: “La última vez que me pasó me cagué viva. Parecía que había una persona mirándome todo el rato y quería moverme o hablar y no puedo”, manifestaba.