María Castro sigue abriendo pequeños grandes debates para concienciar sobre la maternidad real. Desde que se estrenó en la maternidad junto al también actor José Manuel Villalba hace ya cinco años, su intención es que el altavoz que le da tener casi un millón de seguidores en Instagram sirva para que otras mujeres no se sientan tan solas en esa compleja aventura que es la crianza. Una declaración de intenciones que se acrecentó con el nacimiento de Olivia, la pequeña, en plena pandemia. Su última cuestión a reivindicar es la palabra "conciliar", un eufemismo para hablar del "encaje de bolillos" que implica tener un bebé y querer seguir en la rueda de la actividad laboral de la que gozaba antes de dar a luz.
"Y encima tengo que estar agradecida, y de hecho lo estoy, por poder llevarla a cabo", ha manifestado con honestidad. Junto a una foto en la que vemos a la intérprete dormida en uno de los asientos del AVE destino al Festival de Málaga mientras da de mamar a su hija menor. Una instantánea que ha sido tomada por su madre, su salvadora en este reto, "precisamente uno de los vértices de nuestra conciliación".
Tras una larga hora de pie en el vagón, "meciéndola a favor de su traqueteo y con ella en el 'colo", término gallego que se utiliza con mucha frecuencia para expresar ese momento en el que llevas a un bebé en brazos, la pequeña por fin se durmió. Y ella se pudo sentar. No fue fácil que su bebé se adaptase al momento descanso de su madre. "Vienen con un altímetro de precisión, eso es así, listo para detectar el momento exacto en el que tratas de apoyar tus posaderas, aunque solo sea utilizando un trocito de las mismas, en cualquier saliente que se precie", ha apuntado con humor.
Una vez cumplido el desafío, María Castro pudo descansar, aunque no del todo. Desde que es madre siempre está "preparada para despertar ante el sonido de una mosca, porque eso es la maternidad/paternidad, ese descansar, si es que se puede, siempre con un ojito medio abierto". Y sobre esto ha querido ahondar. Sobre "esa imposibilidad de desconexión física y mental" de la que casi nunca se habla en redes sociales, sobre "esa dedicación a ese otro que en realidad siempre será un trocito de ti".
A pesar de lo bonito de ser madre, la que fue protagonista de series tan icónicas y divinas como 'Sin tetas no hay paraíso' ha querido visibilizar que esta situación "cansa", "porque esa alerta constante agota y se asemeja a la maratón de toda una vida". Eso sí, por mucho que la conciliación a veces sea misión imposible, la "vida de titiriteros" que lleva desde hace un lustro es algo que considera "fascinante", por muchas ojeras que provoque en consecuencia.