Viajes, recetas fáciles de elaborar, cuentos infantiles, reflexiones sobre la maternidad, juegos educativos o sus vivencias son solo una parte de los temas que conforman las redes sociales de María Castro. La actriz, en esta ocasión, aprovechando que su padre le había tomado una fotografía para una de sus publicaciones, ha alabado la figura de los padres, “esos seres que siempre están, hagas lo que hagas, portes como te portes, y seas quien seas”.
En este contexto, la intérprete recordaba cómo sufrió su progenitor en uno de sus peores momentos. “Mi padre no llora. Bueno, solo recuerdo su llanto dos veces. El segundo provocado por mí, y cada vez que lo recuerdo, no me lo perdono”, lamentaba María, que es consciente de que no podía cambiar nada ya que “todos nos equivocamos eligiendo alguna vez”.
“En ese momento yo no estaba bien… nada bien. Ahora lo pienso y digo: ‘qué necesidad’. Si el sufrir por lo que te haga o deje de hacer otro persona, debería darnos igual… o llorarlo sí, pero corto… porque quién te quiere NO te hace sufrir, ya sabemos que eso es así”, daba a entender que esta etapa de la que habla estuvo marcada por un desamor.
“El caso es que cuando estaba en el de momento en el que me costaba levantar cabeza, él lloró… mucho… como no le había visto nunca”, afirmaba María, que rememoraba la frase que le dijo en esos momentos su padre: “por favor, pásame tu dolor a mí… si pudiera llevarlo yo encima y no tú...”.
Con el paso del tiempo, Castro se ha dado cuenta de que “no era para tanto” y que las desdichas es mejor no transferirlas “porque de alguna forma, cuando los pasamos, nos hacen crecer y ser más fuertes”. Eso sí, ahora, con dos hijas fruto de su relación con José Manuel Villalba, entiende mejor que nunca la postura de su progenitor en aquel momento, y si estuviese en su mano sufriría en sus propias carnes las penas que pudieran tener Olivia y Maia, porque aliviar “sus dolores, aliviaría también nuestro propia alma, alma de padres, que aunque gozan casi siempre con los hijos, sufren en algunos momentos como nunca”.
Precisamente, hablando de hijos, María, “mami a tiempo completo”, solo pide dos cosas a la vida tras cumplir 40 años. La primera de ella es lo fundamental, la salud, porque teniendo eso “no hace falta nada más”. Y la segunda, “si todo se diese bien”, es ir a por el niño con su marido.
"Ahora no estamos manos a la obra, Olivia tiene solo un año, pero no me importaría. Me hace muy feliz, es lo mejor que sé hacer. Cuando llegue el momento veremos", reconocía ante el micrófono de Europa Press.