Las redes sociales se han inundado de mensajes de lucha contra el racismo. Desde el pasado 25 de mayo, la muerte de George Floyd a manos de un policía de Mineápolis ha desatado también protestas importantes en varias zonas de Estados Unidos. Este ha sido el motivo por el que se ha hecho viral un vídeo que protagonizó Meghan Markle en el año 2012. Por aquel entonces, cuando comenzaba su camino como actriz, la mujer del príncipe Harry protagonizó una campaña contra el racismo que ahora han rescatado sus fans.
En aquel momento no estaba casada, no tenía un hijo y no pertenecía a la casa real británica. En 2012, el nombre de Meghan comenzaba a sonar por ser una de las protagonistas de Suits, la serie de abogados en la que participó y por la que se hizo famosa. Fue entonces cuando decidió poner su imagen y su voz para participar en una campaña que luchaba contra el racismo, un tema que a día de hoy vuelve a estar de actualidad.
“Mi nombre es Meghan Markle y estoy aquí porque creo que esta es una campaña importante en la que hay que participar”, explicaba en aquel momento la actriz. Sus palabras iban acompañadas de un importante lema escrito en su camiseta: “no apoyaré el racismo”.
“Soy de dos razas, la mayoría de la gente no sabe cómo identificarme”, explicaba la que ahora ha dejado de ser duquesa de Sussex. La mujer del príncipe Harry contaba que había escuchado algunos insultos y chistes ofensivos que le habían llegado de manera fuerte. “Hace un par de año oí a alguien llamar a mi madre con la palabra que empieza por ’N’”, relata en este vídeo.
Con esa letra hacía referencia a ‘Nigger’, una termino que en Estados Unidos se usa en tono despectivo contra la población negra. “Estoy realmente orgullosa de mi herencia, estoy muy orgullosa de dónde vengo. Espero que cuando tenga hijos, la gente tenga una mentalidad más abierta. Tener un mundo lleno de mezclas lo hace mejor, más bello, más interesante”, comentaba Meghan Markle hace ya ocho años.
Esa no fue la única ocasión en la que quiso sumarse a la lucha. En el año 2016, en una entrevista para la revista Elle, la por aquel entonces actriz confesaba algunas de las complicaciones que había visto por su color de piel. “No era lo suficientemente negra para un papel de afroamericana ni lo suficientemente blanca para el resto. Me dejaron en un limbo, como un camaleón étnico que no podía tener un trabajo”, contó en aquel momento.