Dani Rovira ha sido el último invitado de ‘Que siga el baile’, la sección de entrevistas de Sara Carbonero para Radio Marca. Su curriculum como “cómico, actor, presentador, activista, animalista, cuentacuentos y optimista” ya era suficiente para hacer de esta una charla interesante. Tocaba hablar de ‘Odio’, el monólogo con el que se ríe de la crispación. También de ‘Mediterraneo’, su primer rodaje tras una fase de incertidumbre. Pero por encima de todo, ambos han querido compartir impresiones sobre una experiencia que les marcó en 2020: el cáncer.
Todo ha empezado al debatir sobre la famosa crisis de los 40, cifra redonda en la que el protagonista de ‘Ocho apellidos vascos’ acaba de entrar. “Un año antes de cumplirlos no sé si tuve una crisis pero sí que me agobiaba pensar que ya estaba en la segunda mitad del partido de mi vida. ¿Estoy a tiempo de recular? ¿Soy padre, no soy padre? ¿He hecho esto o he hecho lo otro?”, ha planteado. Sin embargo, “cuando pasó todo lo que pasó, con la pandemia, el cáncer y mil historias más, cumplir 40 años fue de las cosas más bonitas que me han pasado en 40 años”.
Con Sara Carbonero como cómplice de batalla, el humorista ha planteado esa falsa seguridad que da pensar que situaciones como esta no te van a tocar a ti, que son cosas que les pasan a los demás. “Cuando te pasa una enfermedad como la nuestra, y tú sabrás de lo que hablo. Cuando te llega te das una hostia de realidad porque todas las bolas están en el bombo”, le ha manifestado a la periodista, que ha secundado sus palabras.
Ligándolo con esto, la presentadora le ha preguntado si cuando grabó ‘100 metros’, donde encarnó a un enfermo de esclerosis múltiple, se le llegó a pasar por la cabeza que años después afrontaría un bache similar. Su respuesta ha sido que no, que jamás lo pensó, pero hay más. "Rendirse no es una opción" era uno de los lemas de esta cinta en la que daba vida Ramón Arroyo, un hombre con una vida perfecta que le cambió cuando el cuerpo le comenzó a fallar.
Esta frase, hashtag que utilizó durante los seis meses que estuvo con el tratamiento oncológico, es algo que Dani Rovira ha aprendido a relativizar durante su lucha contra el cáncer. "Todo depende de cómo se mire, porque es una frase muy poderosa pero hubo una persona del equipo con esclerosis múltiple que me contó que empezó a ser feliz en el momento en que se rindió", ha manifestado. Para Sara, la frase con la que se quedó del filme fue una en que decía "la enfermedad incurable que es la vida".
Además de esta experiencia conjunta con la enfermedad que a ambos les ha tocado atravesar ("ambos sabéis lo que es resistir, lo que es vencer", les decía el compañero Vicente Ortega), Carbonero y Rovira tienen otro nexo de unión: Oporto, ciudad en la que ella ha pasado los últimos años por la vinculación de Iker Casillas con el equipo y en la que, por casualidad, pasó el cómico un año de Erasmus.