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Siempre se ha dicho que el hecho de que un rostro popular dé visibilidad a una circunstancia extraordinaria ayuda a que otros, los que están al otro de la pantalla, se vean reflejados en sus ídolos. Y esto precisamente es lo que consiguió Sharon Stone al contar su experiencia con el ictus, una hemorragia cerebral masiva por la que casi pierde la vida hace ya veinte años. Un importantísimo trance vital del que ha hablado largo y tendido en 'La belleza de vivir dos veces', una autobiografía sobre la que se ha sincerado en una extensa entrevista con Pablo Motos.
En ella, la actriz de Hollywood ha verbalizado lo que sintió cuando los médicos le aseguraron que había un 99% de probabilidades de que no saliese de aquello. Pero ella lo consiguió. Stone ya había sufrido varios incidentes previos, pero por su profesión su entorno trataba de quitarle importancia. "Cuando eres actriz todo el mundo piensa que estás actuando cuando les dices que no te sientes bien", ha expresado con sentido del humor. Sin embargo, esa vez estaba claro que algo no iba bien.
Durante su ingreso hospitalario, Sharon tuvo una experiencia espiritual de la que habla en el libro y que le hizo verse a las puertas de "una nueva dimensión". "Ves esa luz blanca a lo lejos y sientes que sales de tu cuerpo", ha confesado. Una sensación que mezcla lo espiritual y lo científico y que ahora, dos décadas después, le ha ayudado a ver la vida desde un prisma mucho más trascendental.
Una vez el riesgo de muerte se fue, llegaron las secuelas. Un larguísimo proceso de recuperación en el que perdió la memoria tanto a corto como a largo plazo, perdió el oído izquierdo, tuvo problemas de tartamudez y no sentía la pierna izquierda desde la cadera a la rodilla. Un "empezar de cero" en el que tuvo que aprender a andar, hablar, leer y escribir que se fue prolongando hasta hoy.
Los doctores que estuvieron a su cargo lograron que seis meses después de esa hemorragia cerebral Sharon Stone recuperase sus capacidades más básicas. "Me administraron la medicación adecuada e identificaron cuál era mi problema concreto", ha apuntado con agradecimineto. Un año después consiguió recuperar la movilidad de su pierna, y los problemas auditivos están sanados casi por completo en la actualidad. "Es un proceso muy largo y vas mejorando por fases, depende mucho del esfuerzo que le pongas", ha dejado claro.
"Un lado de la cara se me cayó y tuve que hacer tratamientos con bótox y cosas por el estilo para que se volviese a colocar en su sitio", ha explicado también. Incluso a día de hoy, por su actitud disciplinada, sigue trabajando para recuperar cierta debilidad que aún mantiene en la parte izquierda de su cuerpo desde que tuvo ese accidente cerebral.