Tamara Gorro va a entrar a quirófano para someterse a una importante intervención. La empresaria ha publicado, desde la cama del hospital, un vídeo en el que explica los motivos por los que debe hacerlo, que están realizados por los problemas digestivos que sufre desde hace "muchísimo tiempo" y que tienen como consecuencia una importante bajada de peso. "Cada cosa que ingiero la vomito", ha contado.
Lo primero que le ha pedido a su 'familia virtual' es que no se "enfaden" por no haber querido contar nada públicamente hasta el último momento. La empresaria tiene "vergüenza" de que cada día le pase una cosa distinta. "Me he enterado hace muy poco de esta noticia, que es que hoy tengo que bajar a quirófano. Sabéis que llevo con problemas digestivos muchísimo tiempo, pero desde que estoy enferma, mi bajada de peso no es solo por mi problema que tengo, también es porque cada cosa que ingiero la vomito", ha contado muy emocionada.
Después de hacerle muchas pruebas, su equipo médico ha decidido quitarle la vesícula. "Está muy pequeñita y engrosada", ha explicado. Los profesionales consideran que eso va a solucionar su problema de salud, pero en caso de que no sea así, también "quieren evitar un problema en un futuro lejano".
Por su delicado estado actual -debido al problema de salud mental que la acompaña desde hace un año y medio-, Tamara Gorro considera que "no es el mejor momento" para operarse, que no le viene bien, pero es algo que tiene que hacer. "Ahora voy a tener una anestesia general. Os quiero mucho, va a salir todo perfecto", ha dicho, visiblemente emocionada, para despedirse.
La última vez que Tamara tuvo que pasar por la sala de operaciones, tal y como ella misma cuenta en esta grabación, fue para la extracción de un quiste a finales de 2020. Todo comenzó cuando comenzó a sentir unos fortísimos dolores en el abdomen por los que tuvo que ir a urgencias. “El doctor vio que había una pelotita que no debería esta ahí, pero que podría irse con la menstruación. Pero esa menstruación nunca llegó”, explicaba por aquel entonces la influencer.
Poco después de esta primera visita, tras presentar los mismos síntomas, Gorro volvía al centro médico el mismo día que celebraba el cumpleaños de su hija Shaila. “Vieron que la pelotita había crecido y el ovario estaba secuestrado. Tuvieron que limpiar muchas adherencias y colocar el ovario. Me dejaron muy limpita y han extraído un quiste que tiene que ser analizarlo”, detallaba en sus redes sociales.
Después de una temporada de llamativa ausencia en Instagram, su todavía marido, Ezequiel Garay, explicaba a la ‘Familia virtual’ que su mujer había sido finalmente intervenida de este problema de salud. Tras días de preocupación, nervios e incertidumbre, Gorro, mucho más aliviada, compartía el resultado de sus pruebas. “Todo está bien, es un tumor benigno”, recordará de por vida las palabras que utilizó por aquel entonces su doctor.