Tomó forma de lobo en su disco Wolverines (2013) y de anfibio en Reina Pez (2018). Ahora Vega regresa a nuestros reproductores como un Mirlo Blanco en un profundo viaje emocional con tantas luces como sombras. La cantante cordobesa ha realizado un ejercicio de desnudez emocional sin red de seguridad en el quinto trabajo de estudio que lanza con 'La Madriguera Récords', su propio sello discográfico.
Un álbum íntimo que empezó a tomar forma hace un par de años. La artista estaba en baja forma física y psicológica. Dolores de cabeza o bajones emocionales fueron algunos de los síntomas que la llevaron a someterse a un estudio exhaustivo: análisis de sangre, estudios de corazón, prueba de tiroides o evaluaciones psíquicas, entre otras. De su ingreso salió con un extenso diagnóstico: coeficiente intelectual superdotado, trastorno bipolar, migraña hemipléjica crónica y persona PAS (altamente sensible).
Este fue un año que tuvo que convivir con picos de ansiedad, paralización de partes del cuerpo y unas secuelas del coronavirus por las que sufrió alopecia y una bajada de peso alarmante. “Siempre he pesado poco, 52-54 kilos, pero me puse en 47 después de la COVID-19. Comía, pero no engordaba. Sigo sin ganarlo y no sé muy bien por qué”, explica Vega, que pesa en la actualidad 44 kilos.
“Lo único que me dicen es que para recuperar el peso tengo que parar, porque ahora lo que como lo quemo. O sea, me recomiendan que no lleve una vida tan intensa. Y claro, les digo a los médicos que yo y una vida poco intensa es incompatible”, asumía en una charla con ‘El País.
Guerrera incansable, Vega comenzó entonces a componer uno de los discos más íntimos del pop español. Mientras editaba su proyecto, acudió a terapia, se medicó y logró una estabilidad que intenta mantener en unos conciertos de alta intensidad emocional.
“Con banda me siento arropada, pero cuando voy sola veo que el avión empieza a bajar y que se va a romper contra el suelo. Tuve que terminar ‘Mirlo Blanco’ de espaldas porque me vine abajo. Se me atragantó. Tuve que terminarla de espaldas al público porque no podía. Este disco me va a poner a prueba en cada concierto y no puedo decir que lo tenga controlado hoy en día”, se sinceraba en esta charla.
Sus letras se han convertido en la vía idónea para relatar experiencias personales. Prueba de ello es ‘Bipolar’, el tema con el que Vega habla del trastorno que padece utilizando su altavoz para visibilizar la salud mental.
“Cuesta alzar la voz, más cuando lo sufres, pero creo que hay que hacerlo, que hay que concienciar de lo necesario que es entender que hay un problema de salud mental”, denunciaba así que su tratamiento sea un privilegio apto para unos pocos, dados los inconvenientes que pone la Sanidad Pública. “Los que no nos lo podemos pagar somos la gran mayoría, y eso debería de ser una prioridad, expresaba en su Instagram.