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Te sientes cansada más a menudo de lo que te gustaría, ya sea porque has pasado una mala noche o porque el estrés se ha instalado en tu día a día. Además de en tu ánimo, el cansancio también se refleja en tu piel: hinchazón, arrugas marcadas, tono apagado… Evidentemente, reducir el estrés, descansar bien cada noche y mantener una alimentación saludable es lo más importante para lucir buena cara, pero como sabemos que a veces es más complicado de lo que nos gustaría. Por eso no pueden faltarte estos tips con los que dirás adiós al cansancio y el estrés de la cara.
Esto no es nuevo, ni habría que recordarlo, ya que por las mañanas es fundamental limpiar el rostro con un jabón específico, agua micelar o un aceite limpiador. Así se eliminan los restos de grasa y suciedad acumulados durante la noche, que solo hacen que empeorar el aspecto del rostro.
Con el rostro limpio, no dudes en lavar bien la cara con agua muy fría. Este gesto tan sencillo es capaz de obrar milagros: reduce la hinchazón, activa la microcirculación del rostro, y tonifica la piel. La mejor opción es poner algún hielo en un recipiente con agua para que esté bien fría. Eso sí, no te arriesgues a poner el hielo directamente sobre la piel, porque correr el riesgo de provocarte quemaduras. Después sécate con una toalla dando ligeros golpecitos, sin frotar.
Este truco es uno de esos que deberías tener en cuenta siempre, y es tan sencillo como aplicar la hidratante o el serum inmediatamente después de limpiarte la cara. En ese momento, la piel del rostro está más preparada para absorber los emolientes y dejar que funcionen al máximo. Si tienes a mano una ampolla de efecto flash o con vitamina C, es el momento de utilizarla. Extiende tu producto de tratamiento con un masaje ascendente, y así de paso reactivarás la circulación.
Los masajes faciales son muy efectivos, pero hay que admitir que no es fácil adquirir la constancia necesaria para realizarlos a diario. Ahora bien, en momentos puntuales en los que necesitamos un extra de cuidados, no deberíamos dudar a la hora de recurrir a ellos. Por ejemplo, puedes reducir las bolsas y ojeras presionando con la yema de los dedos por encima de los pómulos. Haz el recorrido desde la nariz hasta las sienes y favorecerás la eliminación de líquidos retenidos y tonificarás la piel.
Sabemos que el maquillaje puede hacer milagros en el rostro, pero no cualquier tipo de maquillaje. Cuando el cansancio asoma, se marcan más las líneas de expresión, y las bases muy cubrientes pueden hacer que se marquen aún más. Elige fórmulas muy ligeras, que por suerte son tendencia, o utiliza una BB cream o un protector solar con color. El resultado será mucho más fresco. Usa un blush rosado para las mejillas y evita los polvos bronceadores.
Para los ojos, evita las sombras oscuras y no maquilles la línea inferior del ojo, o harás que parezcan aún más cansados. Usa un colirio para refrescar el ojo y aplica una capa de máscara de pestañas. Así agrandarás la mirada sin recargarla, que es lo que necesitas en este momento.