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Las manicuras de todo tipo se han convertido en una debilidad beauty, llegando a crearnos una verdadera adicción. Nos encanta estar al día y saber qué tonalidades se llevan cada temporada, arriesgar con los nail arts de tendencia y explorar todas las posibilidades para nuestras uñas: acrílicas, de gel o las semipermanentes. Pero no todas las opciones son saludables para nuestras uñas, por eso el nuevo objetivo es hacernos la manicura con esmaltes semipermanentes sin acrilatos. Sabemos lo tentador que es ver tus uñas impecables, con el esmalte inalterable durante días y días, pero hemos aprendido que no puede ser a cualquier precio, y que hay componentes tóxicos que es mejor evitar.
Los acrilatos son responsables de que tu manicura semipermanente esté impecable. Es un componente derivado del petróleo, pero con bajo peso molecular. Cuando entra en contacto con la luz ultravioleta, aumenta su peso molecular y se forman los polímeros, que facilitan el secado y logran que la manicura tenga un acabado perfecto. Una vez que se han secado, los acrilatos son prácticamente inofensivos. Pero, no siempre es así.
Como te decimos, si el secado con la luz ultravioleta es correcto, lo esperable es que los acrilatos no supongan ningún riesgo. Pero no hay, en realidad, ninguna garantía de que esto sea así. Y si además el esmalte no se ha secado correctamente, la toxicidad no desaparece.
Las pocas garantías que ofrece este componente y el porcentaje de manicuras que no cumplen con los tiempos de secado necesarios, derivan en problemas de la piel que son más habituales de lo que nos gustaría. Los principales son reacciones alérgicas, dermatitis y eccemas, que muchas veces no se asocian al uso de este tipo de esmaltes, por lo que se continúan utilizando, agravando el problema.
Cada vez hay más marcas que, conscientes de estos riesgos, formulan esmaltes considerados 3-free, es decir, libres de las sustancias más tóxicas, que son formaldehído, ftalatos de dibutilo y tolueno. También existen fórmulas veganas, respetuosas con tu piel. Es importante saber qué tipo de esmalte estamos utilizando en casa y, por supuesto, saber qué tipo de esmalte se utiliza en los centros donde se realizan manicuras.
En cualquier caso, si en alguna ocasión sientes una reacción en tu piel después de hacerte la manicura, lo más importante es que acudas a que te retiren el esmalte lo antes posible. Según el tipo de reacción, es posible que el médico te facilite un producto con corticoides que alivie los síntomas y, además, lo aconsejable sería que prescindieras de pintarte las uñas durante un tiempo, para que la piel pueda sanarse por completo.