Con el verano cada vez más cerca, muchas son las que desean lucir una piel dorada. Una tendencia estética que puede suponer un riesgo para la piel cuando se expone al sol sin control. Lo que parece una locura incomprensible para los dermatólogos, es el pan de cada día de muchas mujeres que deciden hacerlo sin ningún tipo de protección, o incluso recurren a aceites para potenciar el bronceado sin tener ningún factor que actúe como escudo contra los rayos UVA y UVB. Además de poner en riesgo tu salud y presentar un envejecimiento prematuro de la misma, lo más probable es que te quemes y termines pelándote, echando todo ‘el trabajo’ por tierra.
A la hora de lucir una piel bonita, la hidratación es clave y a partir de una cierta edad, aplicar solo una hidratante no es suficiente. El sérum es el tratamiento de cuidad facial que contiene una mayor concentración de principios activos (puede ser ácido hialurónico, vitamina C o prebióticos, entre muchos otros) y que presenta más facilidad para penetrar en las capas profundas de la piel. Además, ofrece una textura ligera que se absorbe rápidamente y no deja un acabado graso, por lo que resulta perfecto día y noche. “Cuando eres joven la piel todavía no ha sufrido muchos cambios y suele estar muy sana. Lo único que necesitamos a esta edad es agua, sueño y protección solar”, explica el doctor Leo Curred, experto en medicina estética.
Por este motivo, en lo que a hidratación se refiere, los sérums resultan muy cómodos ya que se pueden extrapolar a una gran cantidad de tratamientos: antienvejecimiento, antimanchas, reafirmantes… Generalmente, una buena opción es utilizar un sérum hidratante que cuente con ácido hialurónico entre los ingredientes de su composición para que la piel se vea lo más hidratada posible, añade el doctor. “Se recomienda emplear un limpiador adecuado a tu tipo de piel que te ayude a retirar las impurezas acumuladas durante el día y la noche y, posteriormente, un sérum que hidrate”, aclara.
Dicho esto, entre las alternativas más buscadas últimamente, destacan los que ofrecen protección solar y un toque de color. Como si se tratase de una BB Cream, permiten aplicarlos directamente como si fueran maquillaje a la vez que se permite a lo largo del día que la piel se beneficie de sus nutrientes. La mayoría de estos sérums están formulados con pigmentos soft-focus. O lo que es lo mismo, micropartículas reflectantes de la luz que, sin cobertura efecto máscara disimulan imperfecciones y no manchan.
Suelen contener otros ingredientes como proteoglicanos, péptidos, colágeno, elastina, vitaminas C, F y E (con efecto antioxidante) y prolina reafirmante para que la piel se vea sedosa y con el poro más cerrado. Si a esto se le añade el hecho de que poseen protección solar alta, el resultado es un cosmético muy completo.
Aunque se utilice un sérum o crema con hidratación solar, no hay que olvidar que una buena exfoliación de manera regular resulta clave para eliminar células muertas y ayudar a que los poros se oxigenen mejor. También hay que hidratarse por dentro y descansar lo máximo posible. La piel se regenera mientras dormimos, y si se reducen las horas de sueño, además de verse sin luminosidad, tus células no estarán trabajando a pleno rendimiento, así que no olvides respetar tu momento relax.