La edad no es el único factor que hay que tener en cuenta a la hora de comprar una crema adecuada para el rostro, otro factor determinante para elegir la mejor crema facial es la tipología de la piel según sea esta normal, seca, mixta o grasa (sin entrar en patologías) y es imprescindible identificar de manera correcta cuál es la tuya para saber cómo debes tratarla.
La piel normal mantiene el equilibrio entre sebo e hidratación, tiene un tacto suave, poros finos y no presenta impurezas. La piel seca se caracteriza por la falta de sebo y eso provoca que tenga dificultades para retener la humedad, es algo más rugosa y tirante que la piel normal y se caracteriza por la falta de luminosidad. La piel grasa, al contrario que la seca, produce exceso de sebo, su apariencia es brillante, poco uniforme y con poros dilatados. En la piel mixta se unen características de la piel grasa en la zona T (frente, nariz y barbilla) y seca en el resto del rostro.
Cada tipo de piel exige unos cuidados específicos que la nutran e hidraten adecuadamente, de lo contrario es posible que aparezcan problemas o se agraven los que se tienen y en cualquier caso, protegerla de los rayos UV a diario y en todas las estaciones del año.
La deshidratación viene provocada por falta de agua en la piel y se trata de un problema que afecta a todas las tipologías de piel, ya sea mixta, grasa o seca. De manera genérica, a partir de los 30 años la piel exige un plus de hidratación que se puede corregir con hidratantes ligeras. Cumplidos los 40 la deshidratación empieza a ser un problema que hay que combatir con cremas y a partir de los 50 años el problema se agrava y por tanto es imprescindible el uso de creamas hidratantes algo más untuosas y con función barrera.
La carencia de lípidos de las pieles secas debe corregirse con cremas hidratantes y nutritivas muy untuosas que actúen en las capas más profundas de la piel, que restauren su capa lipídica y cremas con función barrera que ayude a retener el sebo y evitar la deshidratación. Entre los ingredientes súper hidratantes, nutritivos y función barrera que deben incluir las cremas para pieles secas se incluyen el ácido hialurónico, las ceramidas, el escualeno o la manteca de karité.
Las pieles grasas se deben aliar con cremas ligeras libres de aceites, pero exigen cremas que, por una parte, le aporten hidratación diaria y por otra, que controle las imperfecciones cutáneas como granitos, poros abiertos o brillos. Lo ideal es buscar cremas con ingredientes astringentes, antimicrobianos y antiinflamatorios como el aceite de árbol de té, el hammamelis o la niacinamida.
En las pieles mixtas es importante mantener el equilibrio entre hidratación y sebo. Para este tipo de pieles se recomiendan las cremas que hidraten y retengan la humedad, pero que no aporten exceso de grasa. Lo ideal es tratar la zona T como tratarías la piel grasa y el resto de la piel como piel seca.