Las emociones pueden estropear tu piel: así puedes gestionarlas y afrontarlas

La salud de nuestra piel refleja nuestro estilo de vida, qué tipo de alimentación seguimos, si descansamos lo suficiente y, además, nuestras emociones. Las etapas en las que el estrés o la tristeza están muy presentes en nuestra vida, somos más propensos a padecer problemas como el acné o la aparición de arrugas. Descubre qué emociones afectan negativamente a tu piel y cómo afrontarlas. ¡Toma nota!

Estrés

Parece casi inevitable escapar al estrés debido al frenético ritmo de vida que llevamos la mayoría de los mortales. Se trata de una emoción demasiado común, por desgracia, y que tiene consecuencias negativas para nuestra piel. El estrés aumenta los niveles de cortisol en el organismo, y esta hormona es capaz de provocar problemas en la piel como enrojecimiento, irritación, acné y brotes cutáneos. 

Si llevas una vida en la que te invade el estrés, procura realizar alguna técnica de relajación, como la meditación, comer de manera saludable y dormir, a ser posible, ocho horas al día. También es conveniente que revises qué aspectos de tu vida son los que te causan más estrés y cuáles son aquellas responsabilidades que puedes delegar en otras personas o dejar a un lado, al menos temporalmente. 

Tristeza

Si estás triste o deprimida, la salud de tu piel se ve afectada. Una de las principales razones es que el desánimo nos hace descuidar las rutinas de cuidado de la piel, además de llevar una mala alimentación o dormir pocas horas. Cuando esto ocurre, el aspecto de la piel sufre una desmejoría y se ve apagada, deshidratada y propensa a padecer problemas como el acné. 

El apoyo emocional de las personas de confianza puede ser de gran ayuda para salir del bache, por lo que no debes tener reparos en compartir tu estado emocional con aquellos que quieres y te quieren. Cuando el problema se agrava o se prolonga en el tiempo, es imprescindible recurrir a la ayuda de un profesional para que te ayude a poner una solución a tus problemas. 

En la medida de lo posible, no descuides el autocuidado, buscando aquellas actividades que te hagan sentir bien. Tampoco descuides tu cuerpo: sigue tu rutina beauty, come de manera saludable y no abandones tu forma de vestir. Todo influye a la hora de sentirnos bien. 

Ansiedad

La ansiedad libera en nuestro organismo las hormonas del estrés, que afectan de manera negativa a nuestra piel. También puede causar que la piel nos pique y nos rasquemos de manera incontrolada, causando heridas e irritaciones. Además, la ansiedad puede favorecer la aparición de rosácea.

Al igual que ocurre con el estrés, puedes mantener la ansiedad bajo control con técnicas de relajación y librarte de ella con ejercicio físico, descanso y una buena alimentación. Busca actividades que te ayuden a relajarte, como los paseos al aire libre, o practica alguna afición como la pintura. Y si lo crees necesario, no dudes en pedir ayuda profesional para que la ansiedad no perjudique tu calidad de vida.