Guti tenía 36 años cuando decidió retirarse del fútbol para "dedicar tiempo a la familia". En aquel momento era padre de Zayra y de Aitor, los dos hijos que tiene en común con Aratnxa de Benito. Un tiempo después, en 2013, se convirtió en padre de Enzo y en 2021 llegó a su vida Romeo, los dos menores que han nacido durante su relación con Romina Belluscio, su actual pareja. Sin embargo con lo que no contaba Guti es con que a sus 47 años se convertiría en abuelo por el nacimiento de Hugo, el primer hijo de su hija Zayra.
El deportista no dudó en contar ante los micrófonos que no le gustaba que le llamasen abuelo, ya que considera que es un término asociado a la edad que le "fastidia y que es una mochila". Ahora ha querido romper con todo eso y, tal y como ha contado en una entrevista a Men's Health, el deportista está muy centrado en el cambio físico que quiere hacer. "Me he puesto un gimnasio en casa, estoy entrenando a tope, la verdad, sobre todo pesas, con cardio 3 veces a la semana, he ganado ya 10 kilos de músculo, pasando de 80 a 90, y ese es mi proceso ahora mismo", ha explicado.
El artista ha ido más allá y ha contado que cuando dejó el fútbol se volvió "un poco más sedentario". Atrás dejó esos duros entrenamientos diarios y ahora es algo que echa de menos. "Tengo ya casi 47 años, intentas dentro de tu edad hacer el máximo ejercicio posible para encontrarte bien físicamente", confiesa.
El marido de Romina Belluscio ha explicado al medio citado anteriormente que antes le costaba mucho comer, pero ahora que está siguiendo una dieta "muy variada". "Pescado, carne, verduras, de todo, pero mucho, 5 ó 6 veces al día. Tengo un nutricionista que me echa un cable, y estoy tomando proteínas, creatina en fases, crema de arroz, todo muy controlado y necesario", ha contado.
Este "gran cambio" al que ya ha comenzado a someterse empezó hace tres meses. El deportista está "entrenando mucho" y le han dicho que podría empezar a ver los resultados el próximo mes de diciembre. "Pero todavía no lo veo, más para junio. Y quiero que sea una sorpresa", asegura. Lo que sí tiene es "nostalia" de no formar parte de los partido y no poder estar en los banquillos, el deporte y la profesión a la que se ha dedicado toda su vida. "Sigo queriendo, pero va pasando el tiempo y cada vez es más difícil un equipo, pues bueno, me lo replanteo...", dice dejando abierta la puerta a un futuro como futbolista.