Tanto en el mundo de la moda como en el de la belleza, si hay algo en claro es que nunca hay que decir “de esta agua no beberé”, porque las tendencias siempre vuelven reinventadas de una forma u otra. Por lo que si en un primer momento no sucumbiste, lo más probable es que a la segunda, sí. Con las manicuras también sucede, de hecho a un ritmo mucho más acelerado, y si hoy se llevan las uñas largas a lo Rosalía, mañana puede que triunfe la tendencia opuesta, cortas y muy pulidas.
En un momento en el que todo lo relacionado con la década de los 2000 es sinónimo de éxito, está triunfando un tipo de manicura que se popularizó un poco más tarde, allá por el 2012, y no es otra que la craquelada, que tiene admiradoras y detractoras a partes iguales.
Este estilo de uñas se caracteriza por un aspecto agrietado, que crea un efecto muy llamativo, desde luego no apto para aquellas que quieran pasar desapercibidas. Celebrities como Selena Gomez, Hailey Bieber o J.Lo se han atrevido a lucirla en las últimas semanas, dejando claro que vuelve para quedarse (al menos unos cuantos meses).
El punto más llamativo reside en su acabado, como si estuviesen rotas, y es que con este tipo de manicura los esmaltes que se emplean son especiales para que se agrieten y rompan intencionalmente al secarse, creando un efecto de grietas en la superficie. Para todas aquellas que deseen probarla, a continuación explicamos el paso a paso para lograrlo.
1- Preparación de la uña. Al igual que con cualquier manicura, primero retira cualquier esmalte anterior, lima y da forma a tus uñas según tu preferencia. Empuja las cutículas hacia atrás y aplica una capa de base para protegerlas.
2- Elección de los esmaltes. Como se comentó anteriormente, necesitarás un esmalte especial (disponible en la mayoría de las tiendas de cosmética). Estos suelen ser de base acuosa y están disponibles en una variedad de colores. Has de tener en cuenta que al ‘romperse’, el color que estará debajo quedará visible, por lo que tienes que elegir una combinación que encaje bien.
3- Aplicación del esmalte base. Aplica una capa de esmalte base (que se verá debajo del craquelado) en el color de tu elección y deja que se seque por completo.
4- Aplicación del esmalte craquelado. Cuando la base se haya secado, aplica una capa generosa y uniforme de esmalte craquelado sobre las uñas. A medida que el esmalte se seca, comenzarás a ver cómo se forman las grietas.
5- Sellado. Para finalizar y asegurarte de que todo esté en su sitio, aplica una capa de esmalte transparente o un top coat para sellar y proteger la manicura. Hará que las grietas duren más tiempo intactas.
Hay una serie de recomendaciones que ayudarán a que su duración se prolongue como por ejemplo agregar una capa adicional de esmalte transparente o top coat cada pocos días para mantener la manicura fresca, o evitar el contacto con agua caliente durante las primeras horas después de hacer la manicura, ya que esto puede afectar la formación y durabilidad de las grietas. Cuantas más precauciones tomes, en mejores condiciones se mantendrá.