El mundo de la cosmética, y de la belleza en general, está en constante evolución; y lo que ayer resultaba novedoso en cuestión de días puede resultar demodé. Desde cremas a tratamientos. Todo vale a la hora de conseguir un aspecto joven y saludable. En los últimos años han proliferado algunos tratamientos no quirúrgicos como el ‘baby botox’, la mesoterapia, el plasma rico en plaquetas o los hilos tensores; siendo este último uno de los más populares y el el protagonista de este artículo.
Los hilos tensores se presentan como la clara competencia al bótox y rellenos con ácido hialurónicos, ofreciendo un resultado natural que poco a poco ha ido conquistando a mujeres de entre 40 y 65 años. Están compuestos de polidioxanona (PDO), un material biocompatible y reabsorbible, que se insertandebajo de la piel para levantar y tensar los tejidos faciales o corporales.
Dichos hilos lo que hacen es estimular la producción de colágeno a su alrededor, que a la larga hará que la piel se vea más tersa y luminosa, incluso cuando ya se hayan reabsorbido. Al tratarse de un procedimiento no invasivo, no requiere de anestesia general y a la hora de llevarlo a cabo los médicos se sirven de agujas finas para insertar los hilos en las áreas específicas del rostro o cuerpo.
En general, el tratamiento depende de la zona, el tipo y el número de hilos. Se lleva a cabo en la consulta con la aplicación de crema anestésica tópica, previa desinfección de la piel. Pasados entre 20-30 minutos se retira la crema y se inyecta una pequeña cantidad de anestésico local en los puntos de entrada y salida de las cánulas que contienen los hilos y que sirven de guía. Al acabar se aplican packs de frío durante unos minutos y crema para prevenir los hematomas y se da una pauta de cuidados para seguirlos en casa.
Al inicio de su implantación en la cosmética hace más de dos décadas, los hilos tensores no gozaban de muy buena reputación, pues otros procedimientos invasivos como por ejemplo los liftings, eran más populares y a priori tenían más credibilidad. Pero, aunque ofrecían resultados notables, los tiempos de recuperación eran prolongados además de presentar ciertos riesgos. Uno de los problemas más comunes en aquella época derivaba de que no eran reabsorbibles y con el tiempo podían dar resultados no deseados.
Con el paso de los años, las técnicas mejoraron cuando se creó el nuevo formato reabsorbible, haciendo de esta una solución menos invasiva. Se ha vuelto muy popular debido a varias razones:
1. Resultados naturales: los hilos tensores brindan un efecto de rejuvenecimiento natural, ya que estimulan la producción de colágeno, lo que mejora gradualmente la apariencia de la piel con el tiempo.
2. Procedimiento rápido: el tratamiento con hilos tensores se realiza en aproximadamente 30 a 60 minutos, según el área tratada, lo que permite a los pacientes regresar rápidamente a sus actividades diarias.
3. Efecto duradero: Si bien los resultados pueden variar según el paciente, en general, los hilos tensores pueden durar de 1 a 2 años, lo que convierte a este tratamiento en una opción atractiva para aquellos que desean un rejuvenecimiento duradero sin cirugía.
No hay que olvidar seguir ciertas pautas para que los resultados sean los esperados: desde escoger a un buen profesional con criterio a seguir las indicaciones pre y post operatorias (entre ellas, evitar el consumo de alcohol, no manipular la zona tratada durante al menos 24 horas, evitar el ejercicio físico y mantener una buena rutina del cuidado de la piel).
Tampoco hay que olvidar ser realista con tus expectativas, pues no actúan por arte de magia y los resultados pueden variar según el paciente. Es fundamental tener objetivos claros y entender que los hilos tensores no detienen el proceso natural de envejecimiento, pero pueden ayudar a ralentizarlo y mejorar la apariencia de la piel.
El avance de los hilos tensores ha revolucionado el tratamiento de rejuvenecimiento facial y corporal. Gracias a esta técnica innovadora, las personas ahora tienen una opción más segura y menos invasiva para combatir los signos del envejecimiento y recuperar una apariencia juvenil y fresca. Sin embargo, es esencial que los interesados en el tratamiento busquen profesionales médicos capacitados y con experiencia para garantizar resultados óptimos y seguros.