El mundo de la belleza, igual que sucede con la moda, también sucumbe a las tendencias. Más aún desde el auge de las redes sociales, donde en cuestión de horas una nueva técnica se puede viralizar y convertirse en un auténtico imprescindible para incluir en el neceser. Una de las últimas ha sido el ‘ombré concealer’, que prácticamente de un día para otro acumula millones de visualizaciones tanto en TikTok como en Instagram.
Se trata de una técnica de maquillaje que implica la aplicación estratégica de correctores en tonos graduados para crear un efecto de iluminación y definición en el área de los ojos, de ahí su nombre ‘ombré’, que en francés significa hacer una transición gradual del color. Lo más llamativo es que más allá de los típicos tonos piel que se emplean en las bases de maquillaje, en este caso se incluye también un colorete líquido que se difumina con ellos y que es el responsable de aportar ese ‘efecto buena cara’ instantáneo.
Consiste en aplicar el corrector por puntos comenzando justo debajo de los ojos con un tono muy claro, y luego otro ligeramente más oscuro en el centro para terminar en el punto más externo (siendo este último en el que se sustituirá el corrector por el colorete líquido). Su punto clave reside en el modo en el que proporciona un acabado natural que ilumina y corrige sin parecer excesivamente maquillada. Además, crea un efecto de elevación en los ojos, haciéndolos parecer más abiertos y despiertos y dando lugar a una mirada fresca y joven.
Para todas aquellas que quieran incorporarlo a su rutina de maquillaje, a continuación, explicamos el paso a paso para llevarlo a cabo con éxito.
En primer lugar, prepara la piel del área de los ojos, aplicando tu hidratante habitual o una prebase para que esté jugosa antes de aplicar los productos.
La clave de esta técnica se basa en la elección de los tonos del corrector. Uno cercano al color de tu piel, y uno un poco más oscuro. Esto te permitirá crear una transición suave y natural.
Utiliza el más claro en el área más cercana al lagrimal y difumínalo hacia afuera. Esto iluminará la zona y dará un efecto de amplitud a tus ojos. A continuación, aplica el que coincide con tu tono de piel en el centro del área de las ojeras, de este modo ayudará a corregir las imperfecciones y unificar el tono.
Ahora viene el momento clave. En el último punto, en el extremo exterior del ojo, se aplicará el colorete líquido. La clave consiste en difuminarlo hacia adentro para añadir profundidad y definición a la mirada.
Utiliza una esponja o pincel suave para difuminar los correctores de manera que se mezclen de forma natural en la piel. Asegúrate de que no haya líneas visibles entre los tonos y por último sella el resultado con una capa ligera de polvos translúcido para fijar el corrector y evitar que se acumule en las líneas finas (pero ojo, muy poco o la piel se verá acartonada).