La manicura semipermanente llegó a nuestra rutina beauty hace unos años para quedarse. Con ella podemos lucir las uñas impecables y con colores de tendencia durante semanas y con un acabado tan impecable como inalterable. Eso sí, no podemos obviar la preocupación que tenemos a veces de pueda suponer a largo plazo un problema para nuestras uñas. Pues bien, al parecer el truco para llevar la manicura semipermanente sin dañar la uña está en las capas. Te lo contamos para que puedas disfrutar de una manicura segura y divina siempre que quieras.
El primer paso es crucial para tus uñas. Antes de aplicar cualquier capa de esmalte, asegúrate de que estén limpias y secas. Una manicura semipermanente de calidad comienza con una base sólida. Un profesional sabrá cómo preparar adecuadamente tus uñas, asegurando que el esmalte se adhiera de manera uniforme y duradera.
Puedes encontrar todo tipo de esmaltes, pero si quieres proteger tus uñas debes elegir una base de calidad. Escoge una base que no solo proteja sino que también fortalezca tus uñas naturales. Las bases de calidad actúan como un escudo protector, evitando que los pigmentos del esmalte semipermanente entren en contacto directo con tus uñas naturales, manteniéndolas fuertes y saludables.
El truco, como te decíamos, está en las capas de esmalte. En lugar de aplicar una capa gruesa, opta por varias capas delgadas. Esto no solo asegura una cobertura uniforme sino que también permite que cada capa se seque completamente antes de aplicar la siguiente. La paciencia es la clave aquí; al permitir que cada capa se seque adecuadamente, se reduce el riesgo de dañar las uñas y se prolonga la duración de tu manicura.
La capa superior es el toque final para asegurar una manicura semipermanente impecable. Esta capa no solo añade brillo sino que también sella las capas inferiores, proporcionando una protección adicional. Un sellado adecuado asegura que tu manicura se mantenga fresca y vibrante durante semanas.
Cuando llega el momento de retirar tu manicura semipermanente, la forma en que lo haces es crucial. En lugar de arrancar el esmalte, que puede dañar la capa superior de tus uñas naturales, opta por ponerte en manos de un profesional o hazlo en casa con cuidado. Usa productos de calidad y sigue las instrucciones para eliminar el esmalte con suavidad y sin daños.