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Los expertos aconsejan que utilicemos un sérum de vitamina C cada día sobre la piel. Este activo se ha convertido en un imprescindible de cualquier skin routine por su efectivo poder antioxidante, capaz de otorgarle al rostro la luminosidad que le falta. Ahora bien, es importante saber con qué activos puedes combinar la vitamina C para no irritar la piel ni perjudicarla. Como si se tratara de una cuestión de alquimia, la magia que te devuelve una piel radiante, hidratada y libre de arrugas se consigue combinando los ingredientes adecuados cada día.
Los efectos de la vitamina C en nuestra piel están científicamente demostrados, así que está más que justificado que los dermatólogos nos animen a que sea lo primero que usemos en el rostro cada mañana. Al tratarse de un antioxidante, nos protege del daño causado por los radicales libres en las células, que aceleran el envejecimiento y pueden causar diferentes enfermedades.
La vitamina C, además, estimula la producción natural de colágeno, que ayuda a que la piel esté hidratada, mostrando un aspecto firme, jugoso y elástico. Retrasa la aparición de arrugas y líneas de expresión, reduce las manchas, aporta luminosidad e iguala el tono de la piel. ¿Qué más se puede pedir? Ahora solo te queda conocer con qué activos combinarla. ¡Toma nota!
El ácido hialurónico es uno de los mejores activos para combinar con la vitamina C. Su gran poder hidratante favorece que consigas una piel luminosa y radiante.
Ten muy en cuenta la posibilidad de incluir este activo antioxidante en tu rutina de belleza matinal. El ácido ferúlico ayuda a estabilizar la vitamina C, aumentando su eficacia. De hecho, algunos sueros del mercado ya combinan ambos activos para conseguir resultados visibles en la piel.
Se ha convertido en uno de los activos favoritos de quienes se preocupan por cuidar su piel. Reduce los síntomas del acné, ejerce de barrera protectora frente a los factores ambientales, reduce la hiperpigmentación y reduce los signos del envejecimiento.
Tiene en común con la vitamina C su poderosa acción antioxidante, así que la combinación de ambas es una suma potente a la hora de detener el envejecimiento de la piel.
Estos activos son cadenas cortas de aminoácidos que funcionan muy bien combinadas con otros activos, como es el caso de la vitamina C. Entre sus virtudes cabe destacar que reducen rojeces e imperfecciones, mejoran la barrera cutánea, disminuyen la inflamación y aumentan la elasticidad de la piel.