El pelo blanco triunfa entre mujeres de cualquier edad. Mientras unas deciden mostrar sus canas y potenciarlas, otras optan a edad muy temprana por decolorar el cabello y lucirlo blanco y sin pigmento. Sea cual sea tu edad, tu color de base y la cantidad de canas que tengas (en el caso de tenerlas), conseguir y cuidar un pelo blanco lleva tiempo y requiere tomar buenas decisiones en cada paso del proceso, como ponerse en manos de buenos profesionales y no descuidar el color en casa.
A la hora de conseguir un resultado natural, hay que tener en cuenta el porcentaje de canas de nuestro cabello: cuanto mayor sea, mejor será el resultado. Cuando tenemos menos de un 70% de canas, el efecto final puede ser bonito, pero difícil de conseguir y con un efecto menos natural de lo que nos gustaría.
Para que el blanco se haga uniforme en tu cabello de manera natural, no hay nada como dar un buen corte y eliminar, en la medida de lo posible, esos centímetros de pelo en los que aún permanece el tinte o coloración que has utilizado hasta este momento. Puede que, ahora que has tomado la decisión de apostar por el blanco, te apetezca arriesgar con un bob desfilado o un favorecedor bixie.
Una cosa es dejar crecer las canas y otra muy distinta conseguir que tu cabello luzca un blanco impecable. Por ese debes ponerte en manos de un buen profesional que analice el tono base de tu cabello y el estado de tus canas. Así podrá utilizar una técnica de mechas, como las balayage, para combinar blancos y grises con acierto, y lograr una melena contrastada, luminosa y llena de estilo. Para mantener el resultado, además de seguir los cuidados necesarios en casa, es esencial acudir a retocar el color cada cierto tiempo.
Cada tipo de pelo requiere un tipo de champú. Y aunque hay algunos cabellos que aceptan casi cualquier tipo de producto, no es el caso de los cabellos blancos. Elige un champú específico que evite que adquiera con los lavados un tono amarillento, porque la idea es que se vea con una tonalidad humo. Además, la hidratación es esencial, por lo que no puede faltar el uso de una mascarilla nutritiva, al menos una vez por semana.