En cuanto llega el buen tiempo, es como si se nos activa un chip: “tenemos que aplicarnos protección solar”, algo que, por otro lado, no es cosa solo del verano y la primavera porque SPF, como siempre recalcan los expertos, hay que usarlo a diario: llueva, truene o nieve. Si bien es cierto que la protección solar es un imprescindible, hay dos activos cosméticos que pueden hacernos mucho bien en verano y que no suelen ser tan populares en el neceser: nos estamos refiriendo a los retinoides (más conocido como retinol) y a la vitamina C.
Hay a quienes les genera temor; a otros, respeto, sin embargo, tanto el retinol como la vitamina C son dos ingredientes clave para tratar los signos de la edad y, entre ellos, las temidas manchas que suelen hacer de las suyas en esta época del año en la que estamos mucho más expuestas al sol.
“Dejar el retinol en verano es la mayor estupidez que puedes cometer”, advirtió Lourdes Moreno, especialista en cosmética y creadora de la firma La Luz, en el podcast ‘La huella de la piel'. Aunque alrededor del retinol han surgido muchos miedos a lo largo de los años porque las primeras fórmulas eran muy inestables y podían sensibilizar la piel al inicio de su uso, siempre y cuando estén correctamente vehiculizadas para que trabajen a nivel celular sin causar irritación, como las fórmulas que se usan actualmente, es realmente seguro usar retinol.
De hecho, lo es tanto que el verano es la mejor época para empezar a usarlo, porque nuestra piel suele estar más fuerte que en invierno, cuando las bajas temperaturas debilitan la función barrera. Además, los retinoides promueven la presencia de la enzima P53, que evita la degradación celular de la piel, y se la conoce como el guardián del ADN. Es una proteína que resulta esencial para que las células respondan adecuadamente ante situaciones extremas, como es la exposición solar o cuando se pasa por brotes de rosácea.
También, la estructura molecular del retinol es similar a la de los protectores solares, lo que le permite potenciar su efectividad. Aunque no reemplaza a los protectores solares, el retinol actúa como un potenciador de los productos con pantalla solar, además de que aclara los poros, reduce comedones, las marcas del acné, las finas líneas, manchas y pérdida de luminosidad.
Lo puedes encontrar en el sérum nocturno Velvet de Santamarina Cosmetics (51,90 €), un tratamiento renovador que combina 0,5% de retinol microencapsulado con niacinamida y N-Acetyl glucosamina. Está diseñado para reducir los signos del envejecimiento, mejorar la textura de la piel, y tratar la pérdida de firmeza y la hiperpigmentación. El retinol microencapsulado se libera gradualmente al aplicarlo, gracias a una cubierta polimérica que se descompone en partículas invisibles, permitiendo una liberación progresiva y efectiva del retinol.
Al estar tan expuestas al sol, es posible que en verano, aunque más bronceadas, sintamos que la piel está opaca, con menos luz y no tan luminosa como nos gustaría. Y la clave para ponerle remedio es la vitamina C, clave para conseguir un bronceado uniforme. Y es que la vitamina C ayuda a igualar el tono de la piel y a tratar las manchas a la vez que inhibe la producción de melanina. ¿Y eso qué significa? Que no solo previene la aparición de nuevas manchas, sino que también reduce las existentes con su uso continuo.
Junto con los retinoides y los péptidos, la vitamina C es uno de los mejores promotores del colágeno, una proteína crucial para mantener la elasticidad y firmeza de la piel, así como una apariencia hidratada y saludable. Además, ni qué decir tiene, la vitamina C es un potente antioxidante que protege la piel de los daños solares y previene la acción de los radicales libres, es decir, combate los signos del envejecimiento, reduce las arrugas y, por lo tanto, nos hace parecer más jóvenes.
La vitamina C está presente en Rose Cáctus Oil Sérum, un aceite facial, de Alma Secret (45,50 €), rico en vitamina C procedente del aceite de marula Sudafricano. Este ingrediente cada vez está más presente en el mundo de la cosmética porque además de ser rico en Vitamina C, contiene ácidos Omega 6 y 9, vitaminas C, E y fitoesteroles. Esta combinación ayuda a restaurar la función barrera de la piel, revitaliza, reduce las imperfecciones, mejora las cicatrices, el tono de la piel y las manchas de la edad. También es un gran antimicrobiano y antiinflamatorio que ayuda a combatir los brotes de acné, además de actuar como escudo frente a los daños ambientales y los radicales libres.
Eso sí, la clave para tener una piel bonita, además de buenos cosméticos, ¡es ser constantes!