Por mucho que te esfuerces en llevar un corte de pelo de tendencia o hayas dado con el color de cabello que más te favorece, es posible que te encuentres con el pelo encrespado. Hablamos de encrespamiento o frizz cuando el cabello se eriza, cuesta peinarlo y tiene un aspecto reseco, y no eres la única que lo sufre. Por suerte, acabar con el encrespamiento es posible, así que si quieres mantenerlo bajo control y presumir de un pelo con un acabado de ensueño, debes saber por qué pasa y cómo puedes ponerle solución.
Cuando el pelo está seco por falta de hidratación, se vuelve frágil, quebradizo y con predisposición al encrespamiento. Así que, en realidad, lo más importante es acabar con la deshidratación del cabello, y para eso es imprescindible detectar qué lo causa. A veces se trata de una cuestión genética, pero también hay hábitos que lo resecan hasta afear su aspecto:
Excederte con las herramientas de calor, ya sea el secador, la plancha o el rizador, porque las altas temperaturas dañan las cutículas y la salud del cabello en general.
No usar el champú que te conviene. Si tu pelo lleva tiempo deshidratado y con problemas de frizz, es posible que no estés usando el champú que necesitas.
Evita cepillar el pelo en seco. FUENTE: PexelsDivinity.es
Cepillar el pelo en seco puede producir electricidad estática. Evítalo pulverizando antes algún producto para desenredar que sea hidratante.
Los productos de acabado son muy útiles, pero si contienen alcohol, terminan por resecar el pelo y estropearlo, favoreciendo el encrespamiento.
Para acabar con el encrespamiento hay que ponerse manos a la obra de diferentes maneras. Es sencillo de conseguir si eres un poco disciplinada, y te aseguramos que el resultado hace que merezca la pena:
No frotes el pelo con la toalla. FUENTE: PexelsDivinity.es
Evita lavar el cabello a diario, para no eliminar por completo su grasa natural
Aplica una mascarilla nutritiva al menos una vez por semana
Acaba la ducha con agua fría en el cabello para cerrar las cutículas y darle brillo.
No te frotes el pelo con la toalla para eliminar la humedad. Es preferible que lo envuelvas en la toalla y lo dejes así unos minutos para acabar con el exceso de agua.
Si utilizas secador, no lo acerques mucho al cabello y ponlo a baja temperatura.
Limita el uso de herramientas de calor, como la plancha, y utilízalas aplicando previamente un protector térmico.
Cepilla el cabello con suavidad y utilizando un cepillo de madera con cerdas cortas y anchas.
Utiliza productos de acabado que sean hidratantes y que no contengan alcohol, como los aceites para el cabello.
Tu alimentación también influye. Sigue una dieta variada y saludable, rica en frutas y verduras, porque lo que comes se refleja en tu pelo.