Por fin sabemos lo importante que unas cejas cuidadas y pobladas son esenciales para conseguir una mirada bien enmarcada y unos rasgos definidos y rotundos. Para conseguir las cejas soñadas, la pigmentación de la zona llamada microblading se ha convertido en toda una tendencia beauty. Ahora bien, los resultados obtenidos no son siempre los que imaginábamos y, en ocasiones, es necesario eliminar o corregir un microblading mal hecho. La buena noticia es que es posible si te pones en las manos profesionales adecuadas y tienes un poco de paciencia.
Aunque ahora la técnica de pigmentación que se utiliza para hacer un microblading esté a la orden del día, cuando se puso de moda hace unos años resultaba algo novedoso, y el porcentaje de malos resultados era muy superior al que hay en la actualidad.
Por otro lado, aunque los centros de belleza cuentan con grandes profesionales, sabemos que no todos los que dicen serlo cumplen con la formación y experiencia necesaria. Por eso es fundamental que cuando vayas a realizarte un tratamiento de belleza, sea el que sea, te asegures de acudir a un profesional cualificado.
No es lo mismo que no nos guste cómo nos ha quedado el microblading a que esté mal hecho. Si quieres saber si realmente te han hecho un mal trabajo de pigmentación, estas son las pistas que debes tener en cuenta:
Hay acuerdo entre los profesionales en este punto: para eliminar o corregir un microblading mal hecho es necesario recurrir al láser. Es cierto que hay centros de estética que ofrecen alternativas que, por lo general, resultan más económicas que el láser, como la despigmentación con ácidos o nitrógeno líquido. Pero lo cierto es no resultan métodos efectivos.
Si el láser utilizado es de buena calidad, es muy posible que puedas eliminar el microblading mal hecho en una sola sesión. Aunque esto va a depender de la calidad del pigmento, ya que cuanto peor sea más sesiones vas a necesitar, teniendo que dejar un mes de distancia entre una y otra.