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Cuando pensamos en elegir un tono de colorete, a veces damos por sentado que tiene que ser rosa. Y lo cierto es que se trata de una excelente opción porque es un color que refresca y rejuvenece, además de sentar bien a casi todos los tipos de piel. Pero dependiendo de tu tez o de como vayas maquillada, el colorete naranja es muy favorecedor si sabes cómo usarlo. Si buscas un makeup especial y que te siente de escándalo, te contamos cómo sabes si este color de colorete es para ti.
Las pieles cálidas son las que más favorecidas se ven con un colorete naranja, ya que acentúa esa sensación de bronceado natural. Pero no son las únicas: si tu piel es clara y sonrosada, este tono de colorete es perfecto si no quieres resaltar el rubor. Lo cierto es que a veces los tonos rosados pueden dar un aspecto más aniñado, algo que nunca te pasará con un colorete naranja.
Puesto que se trata de un tono que favorece a las pieles cálidas, no hay duda de que puede ser la opción más ideal para los maquillajes de verano. Se trata de una época en la que si no eres morena de manera natural es posible que te dé el sol o que utilices algún tipo de autobronceador para conseguir ese efecto. El colorete naranja consigue potenciar el efecto sun kissed con un acabado natural sensacional.
Esto no debe hacernos pensar que no podemos utilizarlo en los meses fríos, ya que se trata de una tonalidad cálida que puede favorecernos muchísimo, sobre todo con un maquillaje bien elaborado. No olvidemos que es un tono que aporta cierta intensidad y hay que procurar que esté bien integrado en el conjunto.
Estas pautas para aplicar el colorete naranja podrían servirte para cualquier otra tonalidad, pero en este caso es vital evitar incidir en los “mofletes”. La indicación es que lo apliques de manera ascendente, sin que llegue a la nariz y poniendo algo más de empeño en la zona superior del pómulo, continuando hasta la sien.
La elección va a depender de tu tipo de piel y de cómo te maquilles, aunque hay ciertas indicaciones que pueden resultarte muy útiles. Para conseguir un tono bronceado, apuesta por acabados mate y fórmulas en polvo. Si quieres darle volumen al rostro (algo imprescindible a partir de los 50), busca fórmulas en crema y con un acabado irisado. Así aportarás, además, un toque de luminosidad.