El eyeliner es uno de los productos imprescindibles en nuestro neceser de maquillaje, pero no hay una única forma de aplicarlo. Además de tomar una decisión estética, es esencial saber cómo hacer el eyeliner según la forma de tu ojo. Te damos las claves que necesitas para delinear tus párpados sacándole el máximo partido a tu mirada. Además, queremos compartirte estos trucos que te ayudarán a conseguir un resultado de maquillador profesional:
Lo ideal es que consigas que tu ojo parezca un pelín más rasgado gracias al eyeliner. Comienza el trazo en el centro del párpado, pegado a la línea de la pestaña, y ve ampliando el trazo conforme te acerques hacia la parte exterior del ojo. De esta forma, conseguirás llevar a esa parte la atención, consiguiendo una mirada más rasgada.
Para abrir la mirada cuando tus ojos están caídos cuentas con la ayuda de tu eyeliner. Dibuja el trazo muy pegado a la línea de las pestañas, comenzando con la línea externa del ojo. Es importante que mantengas el ojo bien abierto y mirando al frente mientras lo realizas, y evitar los trazos muy gruesos.
Aquí lo importante es que el delineado no quede tapado por el párpado superior y para eso es importante que el trazo se muy fino y que esté bien pegado a la línea de las pestañas. Comienza por la mitad del párpado y llega hasta la parte exterior. Ahí corta el trazo y dibuja el rabillo con un nuevo trazo que podrás unir a la línea ya dibujada.
Para conseguir una mirada más igualada y reducir ópticamente la distancia entre tus ojos, el trazo debe estar marcado visiblemente desde el lagrimal y no terminar ahí, sino que hay que continuarlo hacia el comienzo de las pestañas inferiores.
Si tienes los ojos muy juntos hay que realizar el trazo opuesto a quienes los tienen separados. Evita la zona del lagrimal, porque solo hará que tus ojos parezcan más juntos. Comienza el trazo más adelante y dibuja un trazo largo y difuminado que se dirija hacia la sien. Para conseguir un mejor resultado, aplica iluminador en la zona del lagrimal.