El proceso de coloración implica varias fases que comienzan con la evaluación que se debe hacer de la salud, la textura, el color base y la porosidad del pelo. A continuación, hay que preparar el pelo, desenredando los posibles nudos, y la piel, con un protector que evite las manchas. El siguiente paso es la decoloración, si es necesaria porque se busca una coloración más clara, o la aplicación del color. Finalmente hay que lavar el cabello y matizar.
Matizar las mechas forma parte del proceso de coloración, en concreto se realiza con el fin de neutralizar y ajustar los tonos, aportar brillo al cabello y conseguir un color más uniforme. En cualquier caso, si esta coloración no se mantiene en casa con una rutina adecuada, el matiz desaparece con los lavados y surgen los temidos reflejos indeseados en tonos anaranjados, rojizos y amarillentos, tanto en melenas rubias como castañas.
El matizado no es siempre necesario porque en muchas ocasiones el color que se busca se consigue solo con la aplicación del tinte, únicamente se aplica cuando es necesario neutralizar un color no deseado, cuando hay que ajustar el tono porque se busca un matiz más frío o cálido o, simplemente, cuando es necesario mejorar el aspecto general del tinte o las mechas.
Hay que recalcar que el matizado es una coloración exprés sobre la capa más superficial del cabello que se desvanece con el tiempo y con los lavados, por eso es necesario retocarlo cada cierto tiempo bien en el salón de peluquería, bien en casa.
El matizado se debe hacer de manera personalizada teniendo en cuenta el tono del cabello de base y el que se quiere conseguir, además también hay que tener en cuenta si se quieren eliminar tonos anaranjados, amarillos o rojizos. Lo primero es conocer cómo funciona el círculo cromático y en concreto, qué colores neutralizan a qué otros: si se quieren eliminar las mechas anaranjadas, habrá que utilizar el azul, si han aparecido tonos amarillos será necesario usar el violeta y si han virado a rojo, el color que se necesita es el verde.
El matizado se puede realizar tras un proceso de decoloración o aplicación de un tinte o solamente para mantener viva la coloración. En cualquiera de los dos casos es necesario lavar el cabello con un champú específico, secar ligeramente con una toalla y con el cabello húmedo se reparte el matizador por mechones de manera uniforme. Habrá que esperar entre 5 y 20 minutos a que se ajusten y maticen los tonos y finalmente se enjuaga con agua tibia.
Si en el salón de peluquería se utilizan tónicos específicos, cuando buscas matizar el cabello en case se suelen usar productos como champús y mascarillas enriquecidos con pigmentos. El proceso es similar al de la peluquería porque es necesario lavar el cabello con tu champú habitual, porque el matizador no limpia el cuero cabelludo, a continuación se seca con una toalla y con el pelo húmedo aplicar el matizador siguiendo las instrucciones marcadas por el fabricante. Pasado el tiempo recomendado, se enjuaga con agua tibia y para acabar, se aplica un acondicionador que hidrate el cabello.
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