Llegó por fin la Navidad el momento de ponerse guapa para disfrutar con nuestros seres queridos. Si a estas horas estás dándole vueltas a tu look, puede que la solución sea más fácil de lo que parezca. Y es que quizás puedas dar un giro a ese vestido negro que te ha salvado en tantas ocasiones simplemente apostando por un maquillaje diferente, que además no conlleve demasiada complicación ni mucha inversión de tiempo.
A la hora de configurar un look para una ocasión especial, como la de esta noche, a veces caemos en el error de darle muchas vueltas a las prendas de ropa y no pensamos tanto en el maquillaje. Sin embargo, esta puede ser una manera rápida, sin hacer una inversión extra, de salvar un look de fiesta. Y es que el maquillaje es un detalle que cobra mucha importancia en la percepción general del look por la altura en la que se encuentra, ya que normalmente cuando hablamos con una persona lo primero que miramos es su rostro.
vas a hacer uso de este recurso, no hace falta que seas una auténtica experta en maquillaje y es que con el truco de la cuchara puedes conseguir resultados profesionales con poco esfuerzo. Solo necesitarás posicionar esta herramienta de cocina de diferentes maneras para trazar las que serán las líneas maestras del maquillaje de ojos.
Lo primero será reunir todo lo que necesitamos para realizar esta técnica. Además de la cuchara, necesitaremos un pincel pequeño de pelo suelto y dos sombras una de color marrón oscuro y acabado mate y otra con mucho brillo que será la que ponga el toque festivo. Por último una máscara de pestañas para agrandar la mirada. Puedes usar una de color marrón si con la negra resulta un acabado demasiado marcado para ti.
Lo primero será situar la parte cóncava de la cuchara en la parte del ojo más pegada al tabique de la nariz, justo donde se hunde de forma natural el párpado. No te será difícil porque la cuchara se acoplará de forma natural. Cuando lo tengas, impregna el pincel de la sombra marrón oscura y traza una línea siguiendo la forma curva del cubierto. Repasa la línea varias veces para que el dibujo tome intensidad.
Ahora tomarás el mango de la cuchara y pondrás el extremo en la parte final del ojo, donde sueles hacer la colita del eyeliner. Dirige la cuchara con la altitud y la forma que quieres que tenga el maquillaje, pero sin sobrepasar hacia abajo la altura del final del ojo, para que no se entristezca la mirada. Ahora vuelve a impregnar el pincel en la sombra oscura, y dibuja una línea por encima del mango, volviendo a repasar varias veces para oscurecer bien la zona.
Después toma un pincel más grande con el pelo largo y abierto e imprégnalo con la sombra de brillo. Tendrás que rellenar el espacio que queda entre las dos líneas marrones que hemos hecho antes. Por último, para integrarlo todo muy bien, con el pincel más grande difumina las dos líneas marrones para que se mezclen ligeramente con la sombre del medio. Por último aplica la máscara de pestañas que hayas elegido.
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