Puede que los conozcas porque son una de las tendencias “foddie” que más éxito ha tenido en Instagram. Los acai bowls nos han entrado por los ojos, y con razón, pero ahora llega el momento de prepararlos y disfrutarlos como se merecen, porque tienen todo lo necesario para convertirse en uno de tus desayunos favoritos.
El acai, que es el protagonista absoluto de este plato, es una fruta de aspecto similar a los arándanos y a las uvas negras que procede de Brasil, en concreto de la selva amazónica, y que utilizamos en su versión en polvo, tras haber sido deshidratado, o en zumo para elaborar los famosos bowls. Dentro de la nueva corriente “healty” el acai lo tiene todo para triunfar, ya que entra en la categoría de lo que se ha venido a llamar “superalimentos”, los platos que se preparan con él están pidiendo a gritos que los compartas en redes antes de meterles la cuchara, y sabe a algo tan apetecible como es la mezcla de chocolate y frutos del bosque.
En cuanto a las propiedades del acai, la que más destaca es su gran poder antioxidante, superior al de otros frutos rojos y bayas. Gracias a sus antioxidantes (sobre todo flavonoides y antocianinas) nuestro organismo puede luchar mejor contra el efecto de los radicales libres en las células. Sus antocianinas ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y a regular los niveles de azúcar en sangre.
Sus antioxidantes, unidos a las vitaminas y oligoelementos que contiene, refuerzan el sistema inmunológico y tienen un importante efecto antiiflamatorio que nos ayuda a prevenir infecciones y enfermedades.
Rico en fibra, el acai ayuda a mantener un buen tránsito intestinal, ya que mejora la microbiótica del intestino, evita el estreñimiento, y nos aporta una sensación de saciedad que facilita el control de peso. Además, su alto contenido en potasio tiene un efecto diurético que favorece la eliminación del exceso de líquidos en el organismo.
Entre sus vitaminas destaca la presencia de la vitamina A, aunque también hay un porcentaje interesante de vitamina C. Y entre sus minerales destaca el aporte de hierro, calcio y magnesio, necesarios para el buen funcionamiento cerebral, óseo, muscular y del sistema circulatorio. Uno de sus valores más destacados es que contiene todos los aminoácidos esenciales, por lo que se trata de un fruto que tiene la proteína completa.
Sin lugar a dudas, estamos hablando de un fruto capaz de llenarte de energía cada mañana al aportar a tu organismo vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos… y además hacerlo de una manera deliciosa.
Los acai bowls son fáciles de preparar, versátiles, y es muy sencillo adaptarlos a tus gustos. El proceso de preparación es bastante similar al de un smoothie, que son batidos de fruta mezclados con bebidas vegetales (soja, avena almendras…) o productos lácteos como la leche y el yogur. La diferencia es que en ese batido se incluye el polvo de acai y el resultado, cremoso como un yogur, se vierte en un bowl. Para obtener la textura cremosa la recomendación es que la fruta haya sido congelada previamente y se descongele de manera natural en el momento de la preparación. Después, sobre la mezcla, se añaden tus frutas preferidas troceadas (ya sin congelar) y uno o varios toppings a tu elección, como almendras, nueces, granola, semillas de chía, chocolate en trozos, coco rallado...
Si quieres que resulte un desayuno realmente healthy, te recomendamos que no lo endulces con azúcar, miel o sirope, que utilices chocolate negro con al menos el 70% de cacao y que la bebida vegetal que utilices para hacer la mezcla no tenga azúcares añadidos.
Tal y como te hemos contado, las mezclas son muy variadas y puedes ir creando tus propios acai bowls según tus gustos y apetencias cada día, pero si vas a iniciarte en estos saludables desayunos queremos ponértelo fácil con unas recetas que vas a estar deseando preparar (y degustar).
Ingredientes:
Preparación:
Bate conjuntamente la frita congelada con las almendras y la leche. Añade el polvo de acai y vuelve a batir. Puedes ir añadiendo la leche poco a poco hasta obtener la textura que quieras, más o menos cremosa. Vierte el resultado en un bowl y espolvorea por encima los toppings, en este caso los copos de avena y las semillas de amapola. Puedes reservar parte de la fruta para añadir también como topping o incorporar otras que te apetezcan, como fresas o manzana.
Ingredientes:
Mezcla todos los ingredientes, excepto las pepitas de chocolate y las almendras trituradas, en la batidora y vierte en un bowl. Decora con los toppings y añade si quieres unos trozos de plátano. Si buscas un resultado más dulce puedes incorporar un poco de sirope de arce a la mezcla antes de batirla.
Estas son solo unas sugerencias, pero en tu mano está, como te hemos dicho, probar todas las mezclas que se te antojen con tus ingredientes favoritos o, sencillamente, con los que tengas a mano cada mañana.