Al igual que engordar, adelgazar, en muchas ocasiones, no es nada fácil. Muchas personas se obsesionan como las llamadas ‘dietas milagro’ y creen que van a perder esos kilos que le sobran en cuestión de pocos días. Pero, la mayoría de veces, esto no sucede. Las dietas no siempre hacen que adelgacemos y cuando se acaban se suele producir el efecto yoyó, por el que volvemos a recuperar nuestro antiguo peso. La solución puede partir de reducir las calorías en cada comida, pero lo más importante para conseguir tu objetivo será cambiar tu estilo de vida; este esfuerzo será mayor y una decisión difícil de tomar, pero los resultados merecerán la pena y no solo para tu peso, sino para tu salud. Por eso, para llevar una vida saludable podrás seguir una serie de consejos que harán que tu día a día cambie para siempre.
Lo más importante será hidratar bien el cuerpo. Para eso podrás beber un vaso de agua al levantarte, al que también podrás añadirle una rodaja de limón o pepino. Será un paso imprescindible para obtener el grado de hidratación que tu cuerpo necesita después de las horas de sueño y,además, es un gran remedio para activar los mecanismos de eliminación de toxinas. Durante el resto del día tendrás que seguir con este hábito, y beber, al menos, dos litros de agua. Para disimularlo un poco y que no se haga tan pesado, si no estás acostumbrada a beber mucha agua, podrás tomar infusiones o aguas infusionadas.
Si no eres muy fan de la verdura se te hará muy cuesta arriba incluir estos alimentos en tu dieta, pero siempre podrás combinarlos con otros productos, como la pasta. Además, tardarás menos en volver a saciarte y comerás entre 200 y 300 calorías menos. Aún así, lo ideal será comer la verdura como tal, cuanto menos preparada, mejor. Si eres de esos que no pueden dejar de desayunar tostadas con mantequilla y mermelada, siempre podrás cambiar estos dos productos por unos aguacates. Además de ganar en salud, estarás consumiendo más grasas cardiosaludables y menos calorías. También, le podrás añadir algún fruto seco, semilla o, incluso, cacao.
También será muy importante incorporar legumbres ricas en proteínas a tu día a día. Para eso, los garbanzos serán una gran opción. Añadir unos 80 gramos aumentará el valor nutritivo de platos tan sencillos como las ensaladas. Igual que sucede con los vegetales, también deberás tomar proteínas en cada comida: las proteínas vegetales de las legumbres son bajas en grasas y puedes incorporarlas a casi todos tus platos.
Otro buen consejo será hacer, al menos, cinco comidas al día y decir ‘adiós’ a picar entre horas. Lo ideal será siempre hacer una comida temprana, antes de la tarde, y, así, poder tomar un tentempié a media tarde. Esto nos ayudará a no picotear o a no comernos la cena mientras la estamos preparando. Así, dividiendo la comida para darle protagonismo a la merienda, se podrá adelgazar más fácilmente.
La Sociedad para el Tratamiento y la Prevención de la Obesidad australiana afirma que la mayoría de las personas obesas consumen la mayoría de calorías del día en tan solo 20 minutos. Por eso, si comienzas cada comida con una pieza de fruta, comerás menos que si empiezas con un plato más fuerte, como una lasaña o un plato de macarrones.
Puede que esto sea lo más complicado, pero es fundamental decir adiós al azúcar y, en consecuencia, a toda la bollería industrial y a los alimentos procesados. Aunque puntualmente, sí podrás darte algún que otro capricho y podrás comerte un bollo muy a gusto.
Otro truco para perder peso será moverte; el ejercicio será muy importante y no hará falta que te pases horas y horas en el gimnasio. Según los expertos, andar unas dos horas y media a la semana aumentará un 25 por ciento la pérdida de peso. Por eso, desplazarte a pie o en bicicleta, hará que tu organismo queme mejor las grasas. También, podrás tonificar tus piernas y glúteos. Si eres de esas personas que come muchas veces a la semana fuera de casa, lo más recomendable será que te prepares tú mismo los tuppers, en vez de acudir a un restaurante o recurrir a comida precocinada.
Lo mejor será que prepares platos con los menos ingredientes posibles. Eso sí, una sopa de tan solo dos ingredientes no hará que te sacies, pero una crema, que es más densa, sí que podrá cumplir este objetivo. Y si eres muy fan del chocolate, lo mejor será que te decantes por el negro, que no será tan calórico como el chocolate con leche o el blanco. Deberás optar por la opción más pura y que esté libre de azúcares, leche y frutos secos. A la hora de usar alguna salsa para tus platos, lo mejor será que la hagas tú mismo y huyas de aquellas más industriales. Y si quieres incorporar algún fruto seco a tu plato, mira bien la bolsa, ya que algunos pueden venir salados o fritos.
Otra buena opción para adelgazar será adelantar la hora de la cena, tal y como ha confirmado un estudio del Centro de Investigación Biomédica de Pennington. De esta manera, se quemarán más grasas durante la noche. Eso sí, la cena tendrá que ser ligera y rica en verduras y frutas.