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Según un estudio realizado por L’Oreal, 9 de cada 10 españolas se ha teñido el pelo total o parcialmente alguna vez en su vida. Eso significa que casi todas las mujeres que te cruzas por la calle llevan un color de pelo que no es el suyo.
Andrea Levy pertenece a esa numerosa parte de la población femenina española que ha sucumbido a la coloración capilar alguna vez en su vida y en su caso es casi una afición, porque solo en los últimos meses son varios los cambios que ha experimentado.
La delegada de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid ha demostrado sobradamente que no teme a los cambios radicales de look. Ha probado a ser morena, rubia y a llevar mechas, ha experimentado con el cabello liso y con ondas, con la melena escalada, con un corte bob recto y con la clásica media melena. En resumen, se ha atrevido con casi todas las posibilidades que le permite su cargo.
Se estrenaba como vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular en 2015 con una coloración castaña en bloque, probablemente natural, y un corte lob peinado con las puntas hacia afuera. Un look básico y sin complicaciones perfecto para sus recién adquiridas responsabilidades políticas.
Como le ocurre a tantas mujeres, hay épocas en que no es posible agendar una cita en la peluquería para cambiar de look y basta con mantener la melena sana mientras crece a su aire. Andrea Levy mantuvo durante un par de años la misma coloración de pelo, aunque con una medida algo más larga.
En 2018 sorprendía con un corte long bob y un color de pelo un par de tonos más claro que el de su base natural, una tonalidad que tras el verano se había aclarado por la acción del sol, como se aprecia en los premios 'Personaje del Año' otorgados por la revista Vanity Fair.
Mantuvo un tono similar durante un par de años, aunque con diferentes largos, y tras experimentar con tenacillas, trenzas y coletas, en 2020 se decide por un cambio radical. Fue en la inauguración de la exposición "Entre el Arte y la Moda" cuando sorprendía con el corte bob de tendencia, con un largo a la altura de la mandíbula que enmarcaba su rostro. Algunas mechas doradas muy finas y las puntas peinadas hacia afuera eran el plus que servía para aportar luz y movimiento a sus facciones.
Las tímidas mechas doradas dieron paso en el verano de 2021 a un rubio más descarado, trabajado con la técnica del balayage para dejar las raíces más oscuras e ir aclarando progresivamente la melena en medios y puntas. Ha seguido fiel a esta tonalidad de rubio hasta hace relativamente pocos días, aunque el color se fue apagando con el paso de los meses.
El pasado 10 de febrero Andrea Levy volvía a sorprender con una nueva coloración y corte de pelo. Esta vez apostaba por la vuelta a su castaño natural de base, deshaciéndose de las puntas abiertas. El cambio del rubio al castaño oscuro suele endurecer las facciones, pero es un recurso habitual para empezar de cero, devolviendo la salud y el brillo a un cabello castigado por el abuso de las decoloraciones.
La última publicación de Andrea Levy en Instagram evidencia la aparición de algunas canas camufladas entre restos de antiguas tonalidades doradas que han aflorado con los lavados. La foto acompaña a un texto en el que reivindica la belleza real e invita a prescindir de los filtros y a quererse y a cuidarse como más le guste a cada uno. Una apuesta por lo natural que no está reñida con su afición por los tintes de pelo.