Cómo conseguir un bronceado más rápido sin poner en peligro tu piel
El truco para acelerar el bronceado de manera segura está en tomar medidas antes, durante y después de tomar el sol
Evita los atracones de sol, se debe empezar por exposiciones cortas e ir aumentando gradualmente sin exceder las dos horas
Durante las horas de exposición al sol es necesario utilizar un producto específico y siempre con protección
Conseguir un bronceado bonito en poco tiempo es el objetivo de cada verano, pero a estas alturas ya debes saber que un atracón de sol no es el camino más indicado. Lo recomendable es empezar por exposiciones cortas e ir aumentando gradualmente sin llegar a superar las dos horas en un día.
Aunque es necesario un tiempo mínimo para empezar a coger color, es posible acelerar el proceso de bronceado sin poner en peligro la salud de la piel. El truco está en tomar medidas antes, durante y después de tomar el sol y hacerlo siempre con la protección solar adecuada.
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Varios meses antes de exponerte al sol es recomendable añadir a la dieta ciertos alimentos aceleradores y protectores del bronceado. Unos días antes se debe preparar la piel exfoliándola para retirar las células muertas. Durante las horas de exposición al sol es necesario utilizar un producto específico y después, es imprescindible hidratarla.
Cómo preparar la piel unos meses antes
La alimentación puede ser un buen aliado para quienes desean un bronceado más rápido y duradero, ya que ciertos alimentos contribuyen a estimular la producción de melanina y a proteger la piel de la acción de las radiaciones solares.
Lo ideal es comenzar un par de meses o tres antes de las vacaciones a aumentar la ingesta de alimentos ricos en carotenos, en vitamina C y E. Los carotenos se encargan de favorecer la producción de melanina y las vitaminas C y E protegen la piel de los radicales libres que provocan el envejecimiento prematuro.
Cómo preparar la piel unos días antes
Un par de días antes de empezar a tomar el sol se recomienda realizar una exfoliación para retirar las células muertas y estimular la circulación. Lo ideal es repetir este proceso una vez a la semana para que el bronceado sea uniforme y que la piel se mantenga suave porque, en contra de la creencia popular, la exfoliación no quita el moreno, solo ayuda a que sea más homogéneo.
Cómo y cuándo tomar el sol
En lo que respecta al cuándo, la recomendación de cualquier especialista es que se debe tomar el sol fuera de las horas centrales del día, es decir, evitar la exposición directa entre las 12 y las 16 horas. Además, los primeros días no es aconsejable tomar el sol más de 15 minutos, tiempo que se puede ir aumentando progresivamente, aunque nunca se deben superar las dos horas diarias.
En cuanto al cómo, siempre con la protección solar adecuada, aunque si buscas ahorrar tiempo, puedes elegir un acelerador de bronceado con protección solar o combinar ambos productos. Este tipo de cosmético formulado para estimular la síntesis de melanina y su función es proporcionar un bronceado más rápido, pero seguro.
Qué hacer después de tomar el sol
Hidratar, hidratar e hidratar. La clave para que la piel no se descame después del sol está en hidratarla en profundidad por dentro, bebiendo suficiente agua, y por fuera, sustituyendo tu crema hidratante habitual por el aftersun que además de refrescar promueve la regeneración celular.