Sentirte bella las 24 horas del día y los 7 días de la semana puede parecer complicado, pero para conseguirlo podemos jugar con algunos beauty tips para mantenernos perfectas en nuestro día a día. Así, será importante seguir una serie de rutinas de belleza, que te ayudarán a sentir mejor, sobre todo a lo largo del tiempo. Y no solamente por fuera, sino también por dentro.
Lo primero que habrá que hacer será tener una rutina clave de sueño. Así, lo mejor será dormir unas ocho horas todos los días, ya que esto aportará grandes beneficios a tu piel. Lo mejor será que intentes dormirte antes o despertarte a la misma hora todos los días.
Para lucir una piel más activa también será recomendable que utilices una mascarilla adecuada para la noche. La mejor será la de arcilla, que tendrá propiedades relajantes y será perfecta para incluir en tu rutina de noche.
También será importante cuidar mucho la dieta. Así, tendremos que tomar, en nuestro día a día, frutas y verduras para aportar una buena apariencia al rostro y, también, cierto color. Esto se debe a los carotenos, que serán los responsables de ese cambio en la piel.
De la misma forma, podrás incluir algunos suplementos que te beneficiarán en el aspecto del rostro. Uno de los más recomendados es la vitamina C, que podrás encontrar en cremas y que aportará una mayor luminosidad y una tez con menos manchas e imperfecciones.
Será básico hidratar bien la piel, apostando por cremas hidratantes para el rostro. Lo mejor será que estas estén hechas con los productos más naturales posibles, incluyendo vitamina E y potasio que ayudará a proteger la piel.
El protector solar deberá ser indispensable en tu día a día. Aunque no haya sol no tendrás que dejar de aplicártelo, ya que se trata de un producto clave que protegerá el rostro de los rayos del sol. Los rayos UV serán especialmente dañinos. No hace falta que utilices directamente los protectores solares, sino que podrás sustituirlo por bases de maquillaje con crema solar.
El cabello favorecerá mucho la apariencia del rostro. Por eso, habrá que cepillárselo con frecuencia y, sobre todo, utilizar los productos adecuados dependiendo del tipo de pelo. Además, habrá que evitar la exposición al calor, sobre todo directamente al cuero cabelludo.