Hidratante o aftersun ¿qué cosmético es más adecuado para la piel en verano?

La crema hidratante y el aftersun son cosméticos parecidos pero no son exactamente iguales. Cada uno tiene unas propiedades específicas que lo hacen adecuado para unas necesidades concretas.

La crema hidratante es un cosmético imprescindible que aporta agua a la piel y contribuye a mejorar su capacidad para absorber la humedad. Además, cuando la crema tiene también propiedades humectantes, crea una barrera protectora que evita la pérdida de agua.

El aftersun es una emulsión con componentes humectantes, pero formulada especialmente para refrescar, calmar, equilibrar, regenerar e hidratar la piel después de tomar el sol y que además ayuda a prolongar el bronceado más allá de las vacaciones.

Lo ideal sería utilizar el aftersun inmediatamente después de tomar el sol, de decir, aplicárselo tras un día de playa después de eliminar los restos de protector solar, especialmente si la piel está enrojecida. Estas son las razones por las que debes incorporarlo a tu rutina vacacional.

Si la protección solar es el primer escudo de la piel para evitar el daño celular que provocan los rayos UV, el complemento para luchar contra el envejecimiento prematuro es el aftersun. Su fórmula contiene ingredientes que ayudan a combatir los radicales libres provocados por las radiaciones solares, repara el daño celular provocado por el sol, equilibra, desinflama y descongestiona la piel.

Después de tomar el sol la piel está seca, descamada y tirante, signos evidentes de deshidratación que exigen un producto que le aporte la humedad perdida. El aftersun es el cosmético adecuado para hidratar la piel tras un día de playa ya que está formulado con una alta proporción de agua e ingredientes calmantes y con gran capacidad de hidratación como el aloe vera o el ácido hialurónico.

Otra de las propiedades del aftersun, además de prevenir el envejecimiento prematuro e hidratar la piel después de un día de playa, es que contribuye a calmarla. Sus ingredientes ayudan a aliviar pequeñas quemaduras solares reduciendo el enrojecimiento, y refrescando la piel tras un día de prolongada exposición al sol. Para potenciar este efecto es recomendable guardar el aftersun en el frigorífico para que al aplicarla sea mayor la sensación de frescor.

Este cosmético permite aprovechar cada rayo de sol, porque prepara la piel para nuevas exposiciones solares activando la melanina. Además, cuando hayan acabado las vacaciones es recomendable seguir utilizando el aftersun para evitar la descamación, así consigues que el bronceado desparezca de la piel de manera gradual y no a parches.

Una de las razones de peso para usar el aftersun en verano es su textura ligera y fácil de aplicar. Aunque puede adoptar diferentes formatos, espray, gel, aceite o crema, cualquiera de ellos está formulado para penetrar en la piel de manera rápida y sin necesidad de masajear, refrescando y calmando de manera inmediata la piel tras la exposición solar.