Ampollas en los pies: posibles infecciones y otros motivos por los que no debemos explotarlas

  • El roce constante entre el calzado y el pie puede hacer que se generen ampollas, en especial si son zapatos nuevos o aprietan demasiado

  • Lo mejor es no explotar las ampollas para que no se infecten, pero debes curarlas y mantenerlas limpias hasta que desaparezcan por completo

Con el calor del verano puedes llegar a casa agotada y con un gran dolor de pies después de estar todo el día fuera entre el trabajo y algunos recados. Te quitas los zapatos y descubres que tu peor pesadilla se ha cumplido: te ha salido una ampolla. Esos zapatos nuevos te han jugado una mala pasada y tenerlos todo el día puestos justo cuando los estrenas no ha sido la mejor idea. Lo primero que se te viene a la mente es explotar esa bolsa que te puede haber salido en la parte superior del talón o en la planta del pie pero, ¿realmente es lo más aconsejable para curarla?

Una ampolla se diferencia de otros problemas en la piel de los pies, como los callos o las durezas, porque se genera una acumulación de líquido que puede ser transparente o con algo de sangre, creando una especie de bolsa. Se produce principalmente por el roce de la piel con el zapato, y aunque no da grandes dolores, sí que puede llegar a ser muy molesta, impidiendo que fundes la planta del pie con normalidad si te sale en la base o que seas incapaz de calzarte un zapato cerrado por el roce en la parte posterior.

¿Cómo curarlas?

Seguramente que lo primero que se viene a la mente es coger una aguja, desinfectarla y pinchar la bolsa para deshacerse del líquido y que la bolsa desaparezca, una técnica muy conocida que no todos los especialistas comparten, porque hay más riesgo de infección. Algo parecido ocurre si se deja curar sola y al caminar explota. En caso de que se abra, hay que curar la zona para mantenerla limpia, eliminar el líquido y evitar a toda costa que se infecte.

Para curar bien las ampollas es necesario que los pies y las manos estén completamente limpios. En la zona donde se encuentra la herida se debe echar algún producto como betadine, alcohol o agua oxigenada, probablemente escocerá un poco, pero te permitirá mantener la zona desinfectada y limpia. Para ello ayúdate de una gasa y, si no hay otra opción, de un algodón que no deje pelusa con el que presionar un poco para que la piel elimine el líquido que queda. Una vez has terminado, vuelve a aplicar el producto que has utilizado y coloca un apósito sobre la zona para que no se ensucie. Repite este proceso durante unos días y verás como en unos pocos la piel se regenera y puedes volver a caminar con total normalidad y sin ningún dolor.

¿Qué hacer para que no me vuelvan a salir?

Una vez curadas puede que tengas miedo de que vuelva a ocurrir y otra ampolla decida hacer acto de presencia en tus pies. Por eso mismo la prevención es importante y no es más que cuidar tus pies y poner en practica algunos consejos. Lo primero y de lo más importante es que no estrenes zapatos en los días que sabes que vas a caminar más de lo normal porque te pueden jugar una mala pasada. Por su parte, que los zapatos sean siempre de tu talla ideal, porque si aprietan más de la cuenta, mala señal.

En todo el calzado que sea posible utiliza calcetines o medias de calidad de tejidos transpirables, en especial cuando se hace deporte, los pies sudan y el calcetín puede generar arrugas molestas al roce que creen esas temidas ampollas. La piel seca es un factor que predispone a su aparición, por eso nada como mantener los pies hidratados con cremas especificas para la zona.

La aparición de ampollas en los pies es más común de lo que creemos y todo porque generalmente no elegimos el calzado adecuado o lo estrenamos cuando vamos a tener un día ajetreado. Pero en caso de que aparezcan, explotarlas no es una opción porque se pueden infectar más fácilmente. Es mejor dejarlas que se curen por sí solas utilizando productos como agua oxigenada o alcohol para mantenerlas limpias y si es necesario colocar un apósito para que no entre en contacto con otros elementos que la puedan infectar. Cuida tus pies, utiliza calzado de calidad y presume de ellos ahora que es verano.