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Es muy normal que, en algún momento de la vida, te des cuenta que tienes el pelo sin vida y sin brillo. Pero, ¿por qué sucede esto? En un principio se puede achacar a la falta de nutrición o de hidratación, pero eso sí, puede ser que no esté muy claro cuál es la diferencia entre ambas. Así, la falta de conocimiento sobre nuestro cabello podrá hacer que nos hayamos equivocado a la hora de elegir el champú, el acondicionador, la mascarilla o el tratamiento, incluso, en un salón de belleza.
Si quieres cuidar bien tu pelo, será muy importante que tengas en cuenta cómo es realmente tu cabello. Por tanto, al igual que nos tomamos muy en serio la salud de la piel y usamos cremas hidratantes de calidad, también habrá que ser conscientes de la importancia de conocer bien el pelo. De esta manera podrás encontrar el tratamiento más adecuado que se adapta a tu tipo de cabello y poder lograr que este vuelva a tener la vida y el brillo del que gozaba.
¿Qué es nutrir? Esta acción hace referencia al alimento e hidratar, significa proporcionar agua. Por su parte, reparar se trata del cemento, ese que es imprescindible para que el cabello no se rompa si está dañado, ya que no conseguiremos ningún resultado solamente nutriéndolo o hidratándolo. Por tanto, si vemos que hay algún problema en nuestro cabello, lo más recomendable será acudir a un lugar especializado para que realicen un estudio del cabello.
Sí que es cierto que, si tienes un cabello natural muy rizado, fino y seco, el encrespamiento puede ser algo que te acompañe en tu día a día. También, las personas que tienen este tipo de pelo suelen aplicarse una infinidad de productos y mascarillas. Este tipo de cabello tendrá un grado de porosidad alto y, sin embargo, podrá no estar dañado del todo y habrá alguna oportunidad de salvarlo. Para ello, habrá que aplicar una buena hidratación.
La porosidad se trata de la habilidad que tiene cada hebra del pelo para absorber y retener la hidratación. Es decir, es la facilidad con la que el agua y otras sustancias entran o salen del cabello. Además, da igual el tipo de cabello que tengas, tanto fino como encrespado, graso, débil o castigado, la mayoría de problemas que tienen que ver con el pelo tienen que ver con la porosidad. Por tanto, será muy importante conocer la porosidad de tu cabello, algo que podrás averiguar tu misma.
Para una prueba de porosidad den casa, lo más recomendable será coger dos o tres cabellos, procurando que estén lo más limpio posible y sin ningún exceso. Luego, ponerlos en un vaso transparente con agua y esperar unos minutos. Respecto al resultado, si el pelo se mantiene cerca de la superficie significa que la cutícula está tan compactada que el cabello se resiste a absorber la hidratación. En el caso de que haya una porosidad normal o media, el cabello se quedaría a la mitad del vaso.
Este tipo de cabello requerirá poco mantenimiento y será un cabello bien hidratado, ya que tendrá una humectación adecuada. Y aquellos cabellos que tienen una porosidad alta serán los que han sido tratados químicamente con alisados, decolorados o tintes de baja calidad. Por tanto, serán pelos que tienen que someterse a una buena hidratación o nutrición. Pero, ¿cuáles son sus diferencias?
La hidratación capilar será más necesaria en cabellos normales y secos que no han sufrido ningún tratamiento de coloración, procesos químicos y tan solo necesitarán agua. En este caso, será fácil identificar esa falta de hidratación capilar debido al exceso de nudos, ausencia de brillo en el cabello y la facilidad para esponjarse. Por eso, lo más recomendable será aplicar mascarillas elaboradas por especialistas, ya que sus ingredientes, al estar concentrados, su resultado será igual al de casi veinte baños de aceite de oliva. Aquellos cabellos que les faltan nutrición serán los que han recibido un tratamiento de decoloración, un desrizante y, además, se trata de un tipo de cabello débil y que se rompe con facilidad.
En el caso de que tu pelo haya pasado por un proceso de decoloración, lo más recomendable será que se fortalezca y que se devuelva su vitalidad. Este proceso durará unos dos o tres meses para, más adelante, seguir con una fase de hidratación. En el caso en el que el pelo haya sufrido una desnutrición extrema, lo mejor es que te decantes por productos que contengan aceites naturales de aguacate, almendra, aminoácidos y extracto de cera de abeja.