Las manchas en la piel o hiperpigmentación es una de las principales preocupaciones estéticas, ya que afectan a un gran número de mujeres. Comienzan a aparecer alrededor de los 25 años y a partir de los 50 el 90% cuenta con ellas en la piel del rostro, escote y manos. Cuando las manchas faciales aparecen es conveniente acudir a un dermatólogo para que descarte cualquier posibilidad de que se trate de un asunto más grave. Y mientras, podemos evitar su aparición y ayudar a que diminuyan las ya existentes.
Las manchas en la piel son pigmentos de melanina que han recibido algún tipo de estímulo que les ha hecho crecer y hacerse visibles hasta tomar el aspecto de una mancha. Pueden aparecer por diferentes razones, y la principal es el efecto de los rayos ultravioleta sobre la piel. También influyen los cambios hormonales asociados a la edad, como el aumento del nivel de estrógenos, algunos medicamentos, golpes o heridas, o las marcas de acné combinadas con la exposición al sol.
Es posible que la aparición de determinadas manchas sea inevitable, pero podemos prevenirlas con eficacia si tomamos las medidas adecuadas. Y una vez que han aparecido podemos hacer uso de cosméticos destinados a reducirlas y eliminarlas, o de alguno de los diferentes tratamientos en cabina que puedes encontrar en los centros de belleza. Pero empecemos por el primer paso, que es la prevención, y con la que puedes empezar hoy mismo.
Esta regla de oro no sirve solo para evitar la aparición de manchas, sino también para retrasar al máximo el envejecimiento de la piel. Lo de reservar el protector solar para las jornadas de playa o piscina es uno de los mayores errores que cometemos a la hora de cuidar la piel y la salud. Así que desde hoy incluye en tu rutina de belleza la aplicación del protector solar. Lo ideal es que te lo pongas después de tu hidratante habitual, antes de aplicar el maquillaje. Si practicas deporte en el exterior o pasas mucho tiempo fuera es necesario volver a aplicar el protector cada dos horas aproximadamente.
Durante los meses de verano, y en especial si vas a la playa o a la piscina, recuerda aplicarlo 30 minutos antes de salir de casa para que haga su efecto en el momento en que los rayos del sol caen sobre tu piel.
Que las firmas cosméticas se hayan apuntado a sacar nuevos productos de maquillaje que incluyan un factor de protector solar es un reflejo de lo necesario que es proteger la piel de los rayos solares. Si quieres evitar usar muchos productos, un maquillaje con protección puede ser la solución perfecta para ti. Incluso puedes sustituir el maquillaje por un protector con color, que también son muy cómodos de aplicar y aportan un tono muy bonito a la piel, ideal para la primavera.
Seguimos hablando de lo más importante, la protección solar, y también podemos hacerla desde dentro gracias a los comprimidos orales destinados a protegernos de los daños producidos por la exposición solar. Este tipo de comprimidos aumentan la resistencia de la piel frente a las manchas, pero no sustituyen a las cremas de uso tópico. Son perfectos para empezar a tomar justo antes del verano, y hasta que termine, ya que inevitablemente aumenta el tiempo de exposición al sol.
Existen muchos fármacos fotosensibilizantes, y en el caso de que debamos tomarlos nuestra piel va a necesitar un factor de protección solar superior al que usamos en condiciones normales, además de renovar la aplicación con frecuencia para evitar la aparición de manchas. Lee los prospectos y consulta a tu médico si inicias algún tratamiento para el acné o antidepresivo. También hay que prestar atención a los medicamentos que tratan la hipertensión, los antiinflamatorios, corticoides, laxantes y antihistamínicos.
Al acné, a cualquier granito ocasional, a quemaduras y a pequeñas heriditas, porque pueden dejar marcas y manchas muy difíciles de eliminar si las expones al sol. En el caso de los granitos es primordial que no te los toques, y en el de las quemaduras y heridas que, además de tratarlas correctamente, las protejas del sol al máximo. Para ello es necesario un factor de protección solar total y, en ocasiones, el uso de algún apósito.
A la hora de tratar las manchas, una vez que han aparecido, puede ayudarte el uso de un cosmético que contenga activos despigmentantes, como el ácido glicólico, el phe-redorcinol o el ácido kójico. Además, es necesaria una rutina de exfoliación que ayude a que la piel esté más lisa y homogénea. No son cremas milagrosas pero sí cumplen con su función si tienes paciencia y eres constante en su aplicación.
Cuando las manchas llevan mucho tiempo en la piel existen tratamientos de cabina para eliminarlas, como el láser o el peeling médico. Muchos centros de belleza desarrollan sus propios tratamientos dirigidos a eliminar las manchas en la piel y no te será difícil encontrar el que más te convenga.