Si hay alguien que no haya tenido nunca ningún reparo a la hora de hablar de las operaciones estéticas a las que se ha sometido, ese es Mario Vaquerizo. Para el marido de Alaska siempre ha sido fundamental estar feliz con el físico que tiene y no ha dudado nunca en poner solución a golpe de bisturí si esto no ocurre. Tras haberse metido anteriormente en un quirófano para realizarse una doble liposucción y para perfilarse el rostro, ahora el intérprete de ‘Me da igual’ ha entrado de nuevo para someterse a una ginecomastia.
"Me voy a hacer una reducción pectoral, y lo digo así porque la gente piensa que me quiero poner tetas, pero no. Me voy a quitar una grasita que se me ha acumulado en esa zona, algo normal en los hombres que van cumpliendo años", explicaba el pasado lunes el cantante en ¡Anda ya!, programa de radio en el que colabora. “Es una operación de dos horas en la que te sedan al estilo Michael Jackson y después vuelves divino", comentaba en que consistía este proceso con el humor que le caracteriza.
Una semana después de estas declaraciones, Mario ha entrado de nuevo en el mismo programa para explicar cómo se encontraba tras haberse retocado. “Estoy recién operado pero me encuentro muy bien, he pasado un buen postoperatorio y ayer hice mi primera cura”, comentaba en antena, donde confesaba que para el proceso de curación tenía que llevar puesta una faja durante un tiempo. “Como yo soy una persona muy absurda, me he operado en el mes de junio, el más caluroso del año y con la faja que llevo imagínate”, bromeaba con el asunto el vocalista de las Nancys Rubias. Además, Mario ha aprovechado la oportunidad para defender este tipo de práctica. “Todo lo que nos evite sufrir hay que aplaudirlo y todos los avances médicos lo consiguen, incluido los de la medicina estética. Si hay cosas que te hacen sentirte mal y lo puedes solucionar, pues adelante”, animaba a los oyentes.
El trastorno de ginecomastia que sufría Mario Vaquerizo consiste en el agrandamiento benigno de los pechos en los hombres debido a un aumento del tejido. La causa principal es el desequilibrio existente entre la testosterona y el estrógeno, aunque esto no causa ningún tipo de problemas de salud. Además existen múltiples factores que pueden originar este agrandamiento de los senos: el consumo de algunos medicamentos o los cambios hormonales naturales de la edad pueden ser algunos de ellos.
Mario siempre ha defendido la cirugía estética e incluso ha expresado en muchas entrevistas que le debe mucho a estas. “Hay gente que se conforma con lo que le han dado pero yo no, a mí la cirugía estética me ha salvado la vida porque he tenido muchos complejos”, confesaba a Europa Press, donde explicaba que cuando se las realiza le “gusta que se noten, ya que para algo se opera”. “No abogo por nada, solo por la felicidad de las personas. Si está a mi alcance no voy a ser peor que el que no lo hace”, declaraba.
Con tan solo 29 años acudía a una clínica estética para llevar a cabo varias intervenciones a la vez. No solo se quitó las bolas de Bichat – unas almohadillas que se localizan junto a las mejillas – para afinar aún más su rostro, sino que también si hizo una doble liposucción en abdomen y papada. "Antes era un chico más gordo y no me sentía bien. Me quité cinco kilos con la liposucción", explicaba sus motivos a LOC.
A partir de entonces, Mario ha ido retocando y moldeando su cuerpo para llegar a sentirse cada vez más cómodo consigo mismo. Meses después de sus primeras operaciones confiaba en su doctor para someterse a otras tres intervenciones estéticas. "Me operé en invierno de los pómulos, me quité papada y las bolsas de los ojos”, reconocía en 2016, y es que para él mostrar una buena imagen es algo fundamental:"el aspecto externo es muy importante, no solo la belleza interior".