Las mechas balayage sido las mechas más deseadas de la última temporada y las más solicitadas en los salones de belleza porque su efecto favorecedor es casi inigualable. Este tipo de mechas se pintan sobre el cabello para conseguir un resultado muy natural a través del degradado del color de tu pelo, sea el que sea. Puesto que no tienen intención de desaparecer, los estilistas se han aplicado a la hora de depurar su técnica y no hay peluquero que se precie que no sepa cómo hacerlas adaptándose a todo tipo de cabello.
Las francesas, siempre un referente en lo que a moda se refiere, ya las usaban en los años 70. Comenzaron a popularizarse en los 90, y en los últimos tiempos se han convertido en las favoritas de celebrities como Jennifer López, Jessica Alba, Sofía Vergara o Jennifer Aniston. ¿A qué esperas para tú para lucirlas?
El término balayage significa “barrido” en francés, y eso es lo que define precisamente a la técnica con la que se realizan este tipo de mechas. En lugar de separar los mechones en papel plata para decolorarlos, se toman con la mano y se les aplica la decoloración con un pincel como si de un cuadro se tratase, con suavidad y fluidez, barriendo de arriba a abajo para aplicar el producto de tal manera que el resultado sea un degradado. Los mechones se eligen de forma asimétrica, de esta forma se mezclan distintos colores de varias intensidades (entre dos y tres) y el acabado que obtenemos es muy vivo.
Lo más habitual es respetar el tono natural de la raíz (lo que hace que duren más) y se trabaja sobre todo de medios a puntas, especialmente en estas; también sobre los mechones que rodean la cara para enfatizar los rasgos de manera efectiva y natural. De hecho, si das con el estilista adecuado, puede trabajar los tonos del cabello que cae sobre el rostro para marcar o suavizar según tus rasgos a modo de contouring: oscureciendo la zona para crean un efecto afilado, o iluminándola para realzarla de manera visible.
Aunque parecen pensadas para melenas largas, las balayage sientan bien a diferentes largos y tonos de cabello. Tengas media melena o pelo corto, y seas rubia, morena, castaña o cobriza, estas mechas son para ti.
Con todo, lo cierto es que donde más favorecen es una melena media XL que sea ondulada. El largo ayuda a crear más contrastes entre tonos que se potencian con la melena en movimiento. Pero eso no quiere decir que no funcionen de maravilla en una media melena o en un corte pixie. También sientan muy bien con el pelo liso, pero en cambio resultan muy complicadas de hacer sobre cabellos muy rizados, y el resultado nunca se apreciaría de la misma manera.
El color, en cambio, no encuentra ningún favorito porque se pueden hacer todas las combinaciones imaginables sea cual sea tu tono. Un caramelo sobre una base castaña, burdeos sobre una morena, diferentes rubios degradados y mezclados, tonos chocolate y cobrizos, o cobrizos y dorados… las posibilidades son muchas para conseguir verte más favorecida que nunca con tus balayage.
Las balayage han rebajado, en parte, el éxito de las mechas californianas, que en lugar de buscar un acabado natural se caracterizan por crear un fuerte contraste de tonos en el cabello y trabajarse exclusivamente de medios a puntas.
Las blonde o bronde (según seas rubia o morena) son las más clásicas, y aunque también trabajan con varios tonos se emplean con la misma intensidad por toda la melena. El acabado es bonito, pero menos vivo que con las balayage.
Otras que no van a pasar de moda, pero que tienen un resultado más sutil, son las babylights, perfectas para esas melenas rubias que buscan un toque de luz que destaque por su naturalidad. Aclaran poco el cabello para dar un reflejo a la base y pasar casi inadvertidas, porque la intención es que parezca que no llevas mechas. Las balayage, por el contrario, buscan dar expresividad al cabello, aunque también busquen un resultado natural.