Con el paso del tiempo, tener unas buenas cejas en armonía con la cara ha ido cogiendo importancia. Ahora, su cuidado es imprescindible para un buen maquillaje. Muchas veces sucede que, por genética o al haber depilado de más, están poco pobladas o con una forma nada favorecedora. Pero, gracias a la innovación en belleza, estos tipos de problemas ya tienen solución con nombre propio: micropigmentación de cejas. Y se ha convertido en una de las técnicas que se ha puesto más de moda entre las celebrities.
El método consiste en rellenar con pigmentos la zona que se quiere repoblar. Se realiza con una aguja de una punta -para diseñar los pelos-, o de tres y cinco puntas -para crear un efecto de densidad y/o sombreado-. El procedimiento puede llegar a durar hasta una hora, dependiendo de la técnica que se utilice y, antes de nada, se aplica una crema anestésica. Los trazos se aplican de manera cuidada y con movimientos finos que simulan dibujar plumas diminutas. Se podrá realizar con pistolas de tatuaje o a mano alzada con un lápiz, dependiendo de la experiencia del profesional.
Así, el pigmento penetrará en las capas más superficiales de la piel y ofrecerá resultados naturales. Su efectividad y durabilidad es alta, aunque a veces se tendrá que retocar el color pasados unos meses. Cabe destacar que no es doloroso y, además, la crema ayuda a que la sensación sea menor. Lo único que verás será un poco de enrojecimiento a posteriori. Aún así, debes tener en cuenta que se trata de una técnica de larga duración, por lo que habrá estar cien por cien segura de lo que vamos a hacer.
Para realizar esta técnica, tendrás que acudir a un centro de belleza, previa cita generalmente. Allí te explicarán en qué consiste el proceso, así como cuáles son los resultados deseados. Además, te tendrán que indicar las sesiones necesarias y los cuidados para mantener tus cejas a punto. Tras la visita, tendrás que someterte a una prueba de alergia, que se realizará hasta 48 horas antes del tratamiento. El test consiste en aplicar en la piel un poco del pigmento que se utilizará en las sesiones. Y si todo es correcto, se fijará la fecha para comenzar con la micropigmentación de cejas.
Además, el proceso se realizará en una cabina adecuada para el tratamiento y siguiendo un protocolo, combinándolo con unas medidas de higiene y protección. Una vez haya finalizado la micropigmentación se recomendará que se sigan unos pasos para la buena cicatrización de la zona, durante al menos una semana. Cuando la piel ya se muestre con normalidad, se podrá realizar algún repaso para matizar la ceja.
Entonces, ¿la micropigmentación servirá para cualquier tipo de persona? En general sí, aunque habrá excepciones. En concreto, para aquellas que sufran alguna enfermedad en la piel como urticaria o psoriasis, así como problemas de coagulación. Para ellas, lo más recomendable será no realizarse el tratamiento. Además, la técnica tampoco es recomendada para las mujeres embarazadas, para las personas que estén pasando por un proceso infeccioso o aquellas que estén recibiendo tratamientos como quimioterapia o radioterapia. Por ello, es necesario que acudas a un centro profesional y especializado, con experiencia en la micropigmentación.
Respecto a su precio, la Asociación Española de Micropigmentación recomienda diferentes rangos de precios según el tratamiento. Por ejemplo: la técnica pelo a pelo monocolor cuesta 450 euros (el tratamiento inicial), si son unas cejas tridimensionales tricolor cuesta unos 500 euros. La revisión de los 12 meses cuesta unos 225 euros, la de los 18 meses 360 euros, etc. Corregir el color o matizarlas puede hacer que varíe el precio.
Al acudir al centro de belleza para pedir información, nos informarán que existen dos técnicas: la micropigmentación y el microblading. Pero, ¿cuál es su diferencia? El microblading se realiza con una pluma de metal, que es parecida a un bisturí, mientras que la micropigmentación se lleva a cabo con una aguja de punta para diseñar las cejas. En ambos casos son pigmentos orgánicos con base mineral, puesto que son hipoalergénicos y, así, se reducirá el riesgo de implante.
Otra de sus diferencias es que no duran lo mismo. El microblading de cejas suele durar unos 2 años, inferior al maquillaje permanente tradicional, cuya duración dependerá del tipo de piel, edad y los cuidados aplicados. Además, existen otros tipos de relleno de cejas. Como en el caso de la alopecia cicatriciales, donde el trasplante de cejas da unos resultados espectaculares y las pacientes recuperan su autoestima. Una de las mejores profesionales de nuestro país en micropigmentación y microblading es Anabel Gornés, que le ha arreglado las cejas a famosas como Lara Álvarez, Rosanna Zanetti, Marta Carriedo o Hiba Abouk.