Ha llegado el momento de notar que nuestro pelo se cae más de lo habitual y, como cada año, parece pillarnos por sorpresa. El otoño está asociado a la pérdida de fibras capilares, y aunque ocurre como parte de un ciclo que deja espacio para que crezca nuevo pelo, no deja de alertarnos. Cuando lo lavamos o peinamos, el pelo que ha terminado su ciclo vital aparece en nuestro cepillo, alertándonos seguramente sin motivo. Te contamos con más detalle por qué se cae el pelo en otoño, en qué casos debería preocuparte, y qué puedes hacer para minimizar su caída.
El cambio de pelaje en los animales se produce en primavera y en otoño. Son épocas de renovación, también para los humanos, que sentimos que dejamos atrás el invierno o que nos preparamos para afrontarlo. Se podría pensar que el pelo se nos cae también a nosotros en esas dos estaciones de forma más llamativa, pero lo cierto es que la evolución y adaptación al medio ha logrado que el pelo se nos caiga de manera similar a lo largo de todo el año. Siempre, eso sí, manteniendo sus propios ciclos en los que al tiempo que se cae se regenera, y eso puede coincidir con un cambio de estación, pero no ocurre necesariamente.
Por lo tanto, en principio el otoño no es el principal responsable de que se te caiga el pelo más de lo habitual. Y cuando esta caída forma parte del ciclo vital del cabello no hay nada por lo que preocuparse, incluso si vemos alguna pequeña calva, ya que el pelo crece y luego cae para dejar espacio al nuevo pelo que ha de llegar.
Frente al factor estacional, que ya vemos que no es del todo relevante, sí es posible que la rentrée venga acompañada de otros factores que propicien que el cabello se caiga. El más habitual es el estrés que acompaña a la vuelta de las vacaciones y retomar todas las obligaciones que habíamos dejado olvidadas. Pero también influye mucho no seguir una buena alimentación, que nos haga tener un déficit de vitaminas y nutrientes. Y, por supuesto, no descansar lo suficiente también le pasa factura a nuestro pelo.
Si bien podemos intentar cuidar lo que comemos, las horas que dormimos, y mantener el estrés bajo control, también hay otros factores como los cambios hormonales o la herencia genética que son más difíciles de manejar. En esos casos lo mejor es hablar con nuestro médico, para que determine el motivo de la pérdida de pelo si es excesiva, y nos ayude a ponerle remedio.
Ya hemos dicho que la renovación del pelo es inevitable, que forma parte de su ciclo vital y que nos garantiza el nacimiento de nuevo pelo fuerte y sano. Pero podemos ayudar a que el pelo no sufra en este proceso ni se caiga más de la cuenta con algunos gestos muy útiles: