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Opulencia y ostentación, así se resume la estética predominante en los primeros años de la década de los ochenta, una época en la que el éxito personal se podía medir en el número de logos de tu ropa y accesorios y en los centímetros de hombreras y de cardado que fueras capaz de llevar.
De todos aquellos símbolos, la logomanía hace tiempo que pasó a mejor vida, en lo que respecta a las hombreras, han tenido sus idas y venidas con fases de más y menos éxito.
En cuanto al cardado, más allá de haber formado parte de la identidad de cantantes como Amy Winehouse o Lana del Rey, hace más de 40 años que había sido desterrado de todas las cabezas hasta que, coincidencia o no, ha sido rescatado por Marc Jacobs en el desfile con el que ha celebrado el 40 aniversario de la firma y por Miley Cyrus para la ceremonia de entrega de los premios Grammy.
Si es una frikada o una nueva tendencia que veremos traspasar la barrera de la pasarela y de la alfombra roja es toda una incógnita, aunque nada es descartable teniendo en cuenta que otros peinados olvidados como el Morrison o el shaggy, han conseguido abrirse un hueco entre las tendencias más modernas de los últimos años gracias, entre otras, a Miley Cyrus.
Había muchas expectativas por ver el modelazo que elegiría Miley Cyrus para la ceremonia de los Grammy y, como era de esperar no defraudó. De sus varios cambios de look, en los que no han faltado Gucci, Bob Mackie o Saint Laurent, nos quedamos con el vestido de Maison Margiela, que fue un auténtico homenaje al personaje de Barbarella protagonizado por Jane Fonda.
Pero fue su cardado lo que dejó al mundo sin habla, un look capilar que recuerda a divas como Olivia Newton John en ‘Grease’, Tinna Turner (a quien homenajeó en el escenario) o Dolly Parton, su tía en la ficción a quien en su cuenta de Instagram dedicó las siguientes palabras: “Sentí tu polvo de hadas por todas partes (me puse un poco más en el pelo, ¿lo notaste?)”.
El peinado de Miley Cyrus es una creación del estilista Bob Recine, que trabajó con Miley para crear un look estilo Barbarella con un toque punk, fresco y sexy inspirado en la actriz Raquel Welch. Un cardado que centraba el volumen en la parte superior y los laterales de la cabeza, añadiendo extensiones que ayudaron a alargar su melena.
El de Miley es el más reciente pero, a lo largo de su historia, el mundo del showbusiness ha dejado para el recuerdo un buen puñado de melenas cardadas. Y muchas de ellas, en época reciente. Más allá de los mencionados casos de Winehouse, del Rey o la mítica Tina Turner, que hizo de este peinado su auténtica seña de identidad, también ha habido ejemplos de artistas que, como Cyrus, han jugado puntualmente con este estilo. Uno de ellos, el de Beyoncé en 2008.
Fue con durante una visita a España, motivo de su participación en Los Premios 40 Principales, celebrados en el madrileño Palacio de los Deportes. Para la ocasión, la exlíder de las Destiny's Child complementó su vestido negro con escote palabra de honor con un impresionante tupé cardado que realzaba su imagen.
El objetivo del cardado es conseguir una melena con volumen y movimiento que, si bien parece difícil, solo exige un poco de práctica y los productos de acabado adecuados. Lo primero que hay que tener en cuenta es que, para realizar un buen cardado,es mejor que el cabello no esté recién lavado, aunque se puede conseguir un resultado similar con un producto texturizante.
El primer paso consiste en dividir en secciones el cabello para cardar cada una de las secciones en las que se desea crear volumen, o lo que es lo mismo, peinar la raíz y los medios de cada mechón en dirección al cráneo en lugar de hacia las puntas, que es como se hace habitualmente.
Una vez obtenido el volumen deseado hay que pulir el peinado alisando ligeramente la parte visible del cabello para, finalmente, aplicar suficiente cantidad de laca con idea de que el peinado se mantenga intacto.