Mantener el pelo limpio el máximo de tiempo posible es uno de nuestros mayores deseos en materia de belleza. Esto ocurre, sobre todo, cuando tenemos el cabello graso y sentimos que la suciedad y la grasa se apodera de él casi al salir de la ducha. Además de seguir algunos trucos, como llevarlo recogido o no saturarlo con productos de styling, debemos lavarlo de manera correcta que nos aguante días. Prestar atención al champú que utilizamos o la forma de realizar el aclarado son algunos de los tips que pueden hacer milagros en nuestra melena. Así que no te pierdas estos consejos para lavar tu pelo y que aguante limpio más tiempo.
No todos los champús son iguales ni están indicados para el mismo tipo de cabello. Si tienes el pelo grasa, los que indiquen que son de uso frecuente te están esperando para conseguir tu propósito. Lo ideal es que se trate de un champú neutro, que no contenga parabenos ni sulfatos que se adhieran al cabello y taponen el folículo.
Para eliminar la grasa del cabello y evitar que aparezca con rapidez debes prestar atención a la forma de lavarte el pelo. El cuero cabelludo es tu principal objetivo, así que una vez que hayas mojado el pelo y aplicado el champú, masajéalo con las yemas de los dedos. Hazlo con suavidad, sin olvidar la zona de la nuca y detrás de las orejas. Cuando hayas terminado, lava el resto de la melena con cuidado de no frotar.
Los profesionales del cabello lo tienen claro: es necesario lavar el pelo dos veces para que esté realmente limpio. De hecho, es en el segundo lavado en el que notas cómo aparece la espuma con facilidad, síntoma de que está limpio. Si no ha habido espacio entre lavados, y con el primer champú se forma la suficiente espuma por todo el cuero cabelludo, entonces no es necesario realizar el segundo lavado.
Es posible que si tienes el pelo graso seas reticente a utilizar un producto acondicionador. Lo cierto es que sí puedes utilizarlo, pero siguiendo la máxima que afecta a todo tipo de cabellos: aplícalo solo en medios y puntas, de tal forma que no entre nunca en contacto con el cuero cabelludo y lo tapone, causando la aparición de grasa.
Este es otro consejo para cualquier tipo de cabello, pero que en los grasos es imprescindible. Aclara siempre el pelo con agua templada y reserva un último aclarado con agua fría. El agua caliente no consigue cerrar las fibras capilares, mientras que la fría sí, consiguiendo que tengan un mejor aspecto y que no se ensucien con facilidad. Además de la temperatura del agua, asegúrate de realizar un aclarado en profundidad para que no queden restos de producto en el cabello.
Los nuevos champús en seco son una maravilla para conseguir espaciar los lavados. No dejan restos y son capaces de eliminar el exceso de grasa como por arte de magia. Utilízalos para retrasar un día el lavado del cabello y aplica el producto en la zona de la raya y el flequillo. Déjalo actuar por la noche y por la mañana solo tendrás que cepillar.
Siempre que puedas, lávate el pelo por la mañana y evita hacerlo por la noche. Si te acuestas con el pelo un poco húmedo, la grasa y suciedad que pueda haber en la almohada pasará directamente al cabello.