Una de las mayores imperfecciones que podemos encontrar en nuestro rostro son los poros abiertos. Por eso, intentaremos encontrar la manera adecuada de cerrarlos para que la piel del rostro se vea lo más tersa y reluciente posible. Cabe destacar que la función de los poros será vital para la transpiración correcta de la piel y su propia hidratación.
Sí que es cierto que son muchas las razones por las que los poros de la cara pueden abrirse. A los que más les sucede esto son a aquellos que se encuentran en la nariz, en la frente, los pómulos y la barbilla.
Esto se debe a diversos componentes, como puede ser la tendencia genética, sobre todo si hablamos de su tamaño. Habrá personas que tengan los poros más grandes debido a sus glándulas seborreicas, es decir, si tienen una piel más grasa.
También podrá intervenir la condición hormonal o el envejecimiento de la piel, ya que, con el paso del tiempo, la piel irá perdiendo la elasticidad y la tensión. La suciedad y las impurezas también serán determinantes, acumulándose en el rostro células muertas que no se eliminarán correctamente del cutis o la suciedad que es provocada por la contaminación.
En el caso de que quieras cerrar los poros de tu rostro debes saber que estos no se cierran completamente, aunque sí que podremos hacer que dejen de estar tan dilatados e hinchados. Para ello, se podrán llevar a cabo distintas técnicas caseras.
Lo más imperante será limpiar bien la cara en el día a día. Para ello, se deberá utilizar un buen tónico, agua micelar o un jabón neutro que ayudarán a limpiar bien el rostro. Además, habrá que hacerlo siempre con agua fría, ya que los poros se contraerán y se desinflamarán.
De la misma forma será esencial exfoliar la cara cada quince días, así como utilizar cremas hidratantes que se ajusten a tu tipo de piel. No será lo mismo una piel mixta que una piel grasa o una seca.
Otra opción que también ayudará a calmar el rostro será aplicar un poco de hielo. Lo primero que habrá que hacer será limpiar bien el rostro y, luego, frotar el hielo en las zonas afectadas durante unos quince o veinte minutos. Luego, habrá que secar la cara con una toalla haciendo pequeñas presiones. Asimismo, los baños de vapor también servirán para deshacerte de esa suciedad en el rostro.
Otra manera será hacer uso de una mascarilla casera de huevo y limón, de aloe vera y limón o naranja o una mascarilla de miel, naranja y sal gorda marina. Aún así, si con ninguna rutina o un consejo casero, los poros no se cierran, siempre se podrá acudir a un lugar especializado para cuidar la piel.